CONCURSO DE ACREEDORES
Muebles, obras de arte, caballerizas y helipuerto: así se vende La Boticaria
Si no se logra vender el hotel con su contenido al mejor postor, se subastará el edificio por un lado y sus enseres por el otro
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Un complejo que costó 74 millones de euros
Hasta el día 26 de octubre se pueden presentar ofertas de compra por el hotel hacienda La Boticaria, de cinco estrellas, y su continente (muebles, cocinas, máquinas, cuadros...). Construido con las máximas calidades entre 2001 y 2004, su coste de construcción se disparó a 74 millones de euros, según el dossier que se repartió para su venta hace varios años. Este hotel fue el sueño megalómano del empresario sevillano José Antonio Sáenz, un sueño que se convirtió en su pesadilla porque no pudo rentabilizar tal inversión. Tras dos años y medio cerrado, el estado del hotel es francamente bueno gracias a la seguridad contratada por la administración concursal de la empresa Sansan Hoteles, propietaria del hotel, que tiene una carga hipotecaria de 54 millones de euros y créditos impagos por más de 7 millones, ambos con CaixaBank. Cuatro empresas hoteleras han mostrado su interés por comprar el hotel con su contenido, una de ellas israelí, otra mallorquina, una estadounidense y una lusitana. Para hacer una oferta es necesario depositar 30.000 euros. En caso de que finalmente no fructifique esta venta directa al mejor postor, se irá a la subasta judicial del inmueble por un lado y de su contenido por otro lado.
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El picudo ha acabado con gran parte de las palmeras
El hotel está construido en una parcela de 16 hectáreas a 11 kilómetros de Sevilla y 14 kilómetros del aeropuerto. Se construyeron 42.500 metros cuadrados, 24.500 de ellos sobre tierra y 18.000 bajo tierra. El complejo tiene una especie de búnker subterráneo con cuatro galerías por las que pueden circular coches, lo que permite al personal realizar su trabajo sin tener que usar los pasillos de las habitaciones. Las zonas ajardinadas del hotel es lo único que no se ha mantenido tal y como estaban. La falta de riego ha secado algunas zonas, mientras que otras han crecido sin control y el picudo rojo ha acabado con gran parte de las palmeras de entrada al complejo y de algunos de sus patios.
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Un hotel con 42.500 metros cuadrados construidos
El hotel hacienda La Boticaria funcionó hasta principios de 2013 y el 24 de junio de ese año echó el cierre total. Dos años y medio después sus 133 suits están en perfectas condiciones. Salvo algunos insectos voladores muertos en el suelo, las habitaciones están como si hubiera sido ayer cuando las camareras de piso hubieran hecho sus camas y estirado las cortinas. Las estanterías de las cocinas guardan sus vajillas y otro menaje; su lavandería la ropa de cama, albornoces y manteles; y las impresoras siguen en cada una de sus oficinas.
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Suits de 140 metros cuadrados
De las 133 suits de La Boticaria, tres son gran lujo, 21 son senior, 20 junior y 90 dobles. El expresidente del Gobierno José María Aznar se alojó en una suit de lujo de dos plantas del hotel La Boticaria, donde mantuvo un encuentro con Muammar el Gadafi, que prefirió instalar su jaima en el jardín del complejo hotelero y usar la isla del sirio, creada artificialmente en torno a un lago. Las habitaciones del hotel están completamente amuebladas y enteladas sus paredes. Las suits de gran lujo tienen entre 140 y 90 metros cuadrados repartidos en dos plantas, mientras que las senior tienen 80 metros cuadrados, las junior 70 metros y las dobles entre 45 y 50 metros cuadrados, todas ellas con jacuzzis y algunas con sauna. El hotel lo explotó primero Horus Magnum Hoteles Club, del empresario José Antonio Sáenz, después lo gerenció la cadena Waldorf Astoria Hoteles (de la cadena Hilton) y, por último, lo alquiló Hotusa con su firma Eurostar.
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Obras de arte
Entre las cosas que se han puesto a la venta por parte de la administración concursal del hotel La Boticaria está la obra de arte que adorna sus paredes. Más de veinte cuadros de artistas contemporáneos, perfectamente inventariados. En su mayoría son obras de grandes dimensiones que se exhiben en pasillos, salones y escaleras.
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Diecisiete salones, algunos con 2.000 metros cuadrados
El proyecto de José Antonio Sáenz estaba pensado también para el turismo de congresos y eventos, aunque después sólo tenía 133 habitaciones, insuficientes para dar alojamiento a quienes participaban en esos eventos. Cuenta con 17 salones, tres restaurantes, dos bares y cafeterías repartidas por todo el complejo. Algunos de sus salones tienen 2.000 metros cuadrados. El hotel tiene una cocina industrial grande y otras repartidas por la isla del Sirio y estancias de empleados. Para su venta se incluyen vajillas, cuberterías, mantelerías, menaje de cocina, muebles, cámaras frigoríficas, sillas, mesas e incluso una floristería. Además, cuenta con un amplio comedor amueblado
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Tres piscinas exteriores y un spa de 3.500 metros cuadrados
El spa del hotel La Boticaria puede calificarse de espectacular. Construido con las mejores calidades, tiene 3.500 metros cuadrados, fue considerado en 2004 el más grande de Europa y el segundo del mundo. Cuenta con 27 habitaciones para tratamientos, cuatro piscinas enormes con toda clase de aguas, cinco saunas, áreas de relajación y una piscina interior de 20 por 10 metros. El hotel contaba además con garajes, peluquería, un salón del belleza y gimnasio, así como dos piscinas exteriores, una de ellas grandes y otra infantil.
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Isla del Sirio
Rodeado de un lago de 12.000 metros cuadrados y rodeado en su día de magníficos jardines y un campo de golf de tres hoyos, se trata de una isla artificial con un edificio circular destinado a eventos y celebraciones con capacidad para 470 personas. El lago está hoy medio vacío pero su edificio, con estructuras de hierro en su techo que recuerdan el puente de Triana, se conserva de forma impecable.
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Caballerizas que acogieron una cuadra de pura sangre español
El hotel tiene caballerizas que han acogido ejemplares pura sangre español propiedad de J. A. Agropecuaria, sociedad de José Antonio Sáenz, el promotor de La Boticaria. Cuando cerró sus puertas el hotel tenía una cuadra con 18 caballos pura sangra español, aunque ya con muchos años y achaques. También eran de esa sociedad los coches de caballos que se exhibían en el museo de carruajes del hotel. Sáenz vendió tanto los caballos como los coches de caballo.
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Helipuerto y campo de golf
Como no podía ser de otra manera, un hotel de lujo a 11 kilómetros de Sevilla y 14 del aeropuerto tenía que tener helipuerto. El de La Boticaria tiene autorización para usarse. Además, José Antonio Sáenz, promotor del hotel, construyó un campo de golf de 3 hoyos con la idea de construir en el futuro uno de 9 o 18 hoyos en la parcela de 16 hectáreas. No fue posible tras la llegada de la crisis económica e inmobiliaria, la quiebra del empresario y el desinterés de las cadenas hoteleras en alquiler el establecimiento.
