Provincia
El agua, un quebradero de cabeza en la provincia de Cádiz
Día Mundial del Agua
La celebración del Día Mundial del Agua pone de relieve una dura realidad que parecía impensable hace pocos años
Pocos temas están de mayor actualidad que el agua. O más bien la falta de este elemento indispensable. Se viene alertando de esta posible situación desde hace meses y hoy, en el Día Mundial del Agua, se puede comprobar cómo este recurso se ve comprometido ante la ausencia de precipitaciones.
La escasez de reservas hídricas se puede asimilar al cuento de Pedro y el lobo, que a fuerza de mucho repetir que una situación complicada podía producirse, en este caso porque las lluvias no llegaran en el grado necesario, terminó por parecer increíble. Hasta que pasó, tal y como se puede comprobar en las medidas que están aplicando las diferentes administraciones para paliar la situación de sequía.
En la provincia de Cádiz, siguiendo el dictamen de la Junta de Andalucía, se ha reducido en un 20% el agua que venían utilizando los municipios de media en los últimos cinco años. Y ahora se ha limitado a un máximo de 200 litros por persona y día, que en realidad son muchos menos porque a la hora de calcular la cantidad total se tiene en cuenta la población de una localidad pero el uso que se hace del agua no tiene únicamente una finalidad doméstica, sino que se emplea también en la industria o labores comunitarias.
Conocida, y polémica, ha sido la directriz regional de prohibir el llenado de las piscinas particulares, pero a nivel municipal también se han tomado determinaciones complejas porque afectan a la población, reviviendo épocas remotas en las que abrir un grifo a cualquier hora del día parecía algo prácticamente de lujo.
En localidades como Puerto Serrano o Medina ya se están produciendo cortes durante determinadas horas, mientras que en otros como Sanlúcar están reduciendo la presión en el tramo nocturno, además de impulsar otras restricciones como la prohibición de regar zonas ajardinadas.
Para muchos, la clave sigue residiendo en la concienciación de la población, en que la ciudadanía sea consciente de que cada pequeño gesto cuenta en un momento de sequía. En esa misma línea, en Cádiz, donde el alcalde ya ha anunciado que en principio este verano no habrá servicio de duchas ni de lavapiés en las playas, los abonados de la empresa municipal Aguas de Cádiz han recibido en sus domicilios una carta del presidente de la entidad, el edil José Manuel Cossi, en el que explican el difícil momento y dan una serie de consejos como comprobar que no existen fugas en las instalaciones, cerrar el grifo mientras te enjabonas o lavas los dientes, llevar a cabo duchas en lugar de baños o utilizar los electrodomésticos a plena carga.
Pese a las lluvias caídas en las últimas semanas, el presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, Andrés Díaz, es muy claro: «Seguimos con bastantes problemas y con las restricciones que nos marcó la Junta de Andalucía».
«Es verdad que se ha recogido agua, el pantano de los Hurones está alrededor del 70%, pero todavía falta mucha agua y hacen mucha falta las lluvias porque el pulmón es Guadalcacín, que no ha recogido agua apenas», expone el que fuera anteriormente alcalde de Paterna.
El embalse situado en la pedanía jerezana es el más grande de toda la provincia con una capacidad de 800 hectómetros cúbicos y actualmente se encuentra con 129,77, un 16,22%. Es algo común entre los pantanos de mayor envergadura, como pasa también en el de Zahara-El Gastor, que tiene ahora un 10,59% que preocupa a los ciudadanos de la Sierra.
Si se compara con años anteriores, se puede entender de una forma más nítida que las voces que alertan sobre esta tesitura no están exagerando. En esta misma semana pero del año 2023 había embalsada un 30% más de agua, pero esas cifras prácticamente se doblaban hace una década.
Hasta bien entrado el mes de mayo no se pierde la esperanza de que las lluvias puedan modificar los registros, empezando por este mes de marzo que encara su último tercio, aunque previsiblemente los chubascos puedan coincidir con una Semana Santa que siempre mira al cielo implorando que llueva cuanto más mejor pero no en esos días.
«En todos los ayuntamientos se están amarrando bastante el cinturón, porque se va a pasar regular. Se están haciendo muchos trabajos para adaptarse a la situación, pero poco a poco se van consiguiendo objetivos», indica el máximo dirigente de un consorcio que tiene la labor de llevar agua hasta a una veintena de municipios gaditanos.
Cádiz está vinculada al agua de forma inexorable, bañando el mar buena parte de la propia provincia de norte a sur. Eso atrae a mucha gente durante los meses de verano, hecho que tensionará aún más el consumo de agua, en este caso la dulce, apunta el presidente: «Reducimos el consumo para garantizar el verano, que al ser Cádiz una zona bastante turística, hay que tener en cuenta que la población se va casi al millón y medio durante esos meses».
Lo más sensato, expone Díaz, es poner la mirada en el corto plazo, salvo que lleguen las esperadísimas lluvias de forma suficiente: «Hasta que los estudios y los números no digan lo contrario y se puedan rebajar las medidas que se están tomando».
Cambio climático
El aumento paulatino de la temperatura media influye de forma decisiva en las menores precipitaciones que caen en la provincia, fruto del cambio climático. Los datos apoyan esta circunstancia, aunque esta cuestión ha derivado en un asunto ideológico en algunos casos.
En febrero se registró en la provincia de Cádiz una temperatura media de 16,2 grados, algo que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) considera «extremadamente cálido» para un mes de los llamados fríos en pleno invierno.
Las precipitaciones también se vieron mermadas, si se comparan con las lluvias caídas en el histórico desde la década de los 80. Tomemos la referencia de los datos de la capital, donde en la última semana del mes las lluvias superaron con poca holgura los 100 mililitros, mientras que la mediana de las tres décadas posteriores a 1981 se situaban por encima de los 175 mililitros.
Pese a todo, el mes de marzo está siendo mejor que los anteriores, con más lluvias, por lo que la ciudadanía, y muy especialmente los agricultores y ganaderos, esperan que no haya que quitarse el sayo hasta finales de mayo y que la situación genere cierto colchón para la temporada de verano.
Polémica subida de precio
En la última asamblea del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana se aprobó una subida de las tasas, pasando el metro cúbico de 15 céntimos, precio que mantenía desde el año 2017, a 31,6. Esta medida salió adelante con los votos favorables de los representantes del Partido Popular y los de Andalucía x Sí, que estiman que el incremento en la factura será de alrededor de unos cinco euros.
El presidente de este organismo del que dependen localidades muy pobladas como Cádiz, San Fernando, Jerez, El Puerto o Sanlúcar, indicó que en esa subida van también los cánones de trasvase y regulación, unos impuestos que antes pagaban los clientes directamente a los ayuntamientos, pero que ahora la Junta exige, expone Díaz, que pague el Consorcio directamente.
Las reacciones no se hicieron esperar y tanto el PSOE como Izquierda Unida calificaron la medida de «tarifazo», asegurando que no es entendible la subida de precio en un momento en el que los propios ciudadanos sufren restricciones en el uso del agua.
Infraestructuras hídricas
Los presupuestos de la Junta de Andalucía para la provincia de Cádiz contemplan para el presente año 51 millones de euros destinados a actuaciones en materia de infraestructuras hídricas, una cuestión a la que el Gobierno de Juanma Moreno ha dado mucha importancia, consciente de que en caso contrario se pueden resentir sectores con un gran peso específico como la agricultura, la ganadería o el turismo en la comunidad autónoma.
Desde el gobierno regional se ha reclamado también una mayor colaboración del Estado a la hora de arrimar el hombro en estas tareas, algo que comenzó a cristalizar el mes pasado tras la reunión institucional que mantuvieron el presidente Moreno y la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico Teresa Ribera, dejando atrás sus desavenencias tras el proyecto de ley de regadíos en Doñana. Entre los acuerdos alcanzados, se contempla la llegada de barcos cargados de agua al Puerto de Algeciras. Ambos precisaron que esta es una opción de último recurso, pero ya prevista en caso de necesidad extrema.
Agua depurada
Los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando anunciaron la semana pasada que Edacafesa, una empresa supramunicipal que tendrá como objetivo hacer un tratamiento eficiente del agua, contará con una estructura política y administrativa para que ambas ciudades puedan beneficiarse del uso terciario del agua.
De esta forma, lo que se pretende es que tanto el consistorio isleño como el gaditano puedan utilizar agua depurada en labores esenciales del día a día municipal como es el riego o el baldeo de las calles, que no se puede llevar a cabo con agua potable ni tendría sentido en un contexto como el actual.
Ambas localidades llevan tiempo trabajando en materia de infraestructuras para que ese agua ya tratada pueda llegar hasta los distintos barrios una vez que la planta esté operativa, pero como medida de urgencia, para este mismo verano se va a habilitar una estación portátil en la que regenerar este recurso. Tanto Patricia Cavada como Bruno García explicaron que se trata de una solución a corto plazo mientras se avanza en la definitiva.