SUCESOS
Las agresiones a policías y guardias civiles siguen al alza en Cádiz desde 2015
El pasado año se contabilizaron 463 ataques en la provincia y, uno de ellos, con resultado de muerte
A finales del pasado julio tres agentes de la Guardia Civil estuvieron a punto de ser arrollados en Sanlúcar por la embestida del coche de un narcotraficante. El delincuente fue sorprendido cuando cargaba parte de un alijo de hachís en un potente BMW. Los hechos ocurrieron en la zona de la Colonia Monte Algaida, uno de los puntos más conflictivos del tráfico de hachís en la Costa Noroeste. Agentes de la Udyco realizaban una investigación contra un grupo dedicado al narcotráfico cuando dieron el alto a un vehículo sospechoso. El conductor, a bordo de un todoterreno BMW X5, no dudó en acelerar y embestir hasta en tres ocasiones contra los policías, que tuvieron que protegerse tras su propio coche.
Esta ha sido una de las últimas agresiones que han sufrido en la provincia agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Las agresiones a estos funcionarios aumentaron el año pasado casi un 10% según datos del Ministerio del Interior. En total, se contabilizaron 11.932 agresiones frente a las 11.205 de 2020. En la Policía, que es el cuerpo que recibe más ataques con 8.812 el año pasado, la subida fue de un 9% tras la pandemia.
La Guardia Civil, por su parte, cosechó 3.120 ataques durante 2021, según los datos los proporciona el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) que depende del departamento del ministro Fernando Grande-Marlaska. En el caso de Cádiz, el número de agresiones a policías y guardias civiles fue de 463.
Ataque viral en Chiclana
El pasado 14 de enero se prdujo una agesión que se convirtió en viral ya que fue captada por la cámara de una gasolinera en Chiclana. Un joven le propinó una brutal paliza a un policía nacional fuera de servicio que, al parecer, trató de mediar en la discusión que el agresor mantenía con su pareja. En este ataque el agente fue sucesivamente golpeado cuando se encontraba tirado en el suelo, en una acción extremadamente violenta en la que también participó la chica.
Las agresiones no solo afectan a policías y guardias civiles. A mediados del pasado marzo un agente de la Policía Local de Chiclana fue agredido por un delincuente, que se encontraba muy alterado y atrincherado en su domicilio, tras estar implicado en un episodio de violencia en el ámbito familiar. La agresión envió al agente a la UCI.
La estadística demuestra que las agresiones en Cádiz a los agentes han ido al alza en los últimos siete años. En 2015 se produjeron 281, mientras que en 2020, la cifra fue de 358. El año pasado el registro se incrementó en 105 más hasta alcanzar las 463.
Por provincias, Madrid encabeza el ranking de agresiones al registrar 3.298 casos durante todo el año pasado. Una cifra que está muy por encima del segundo puesto en la lista que ocupa Valencia. La comunidad que preside Ximo Puig acumula 662 faltas a la Policía y 402 a los miembros del Instituto Armado. Destaca especialmente el aumento registrado en Alicante, donde se llegaron a contabilizar 660 agresiones totales.
Andalucía, por su parte, es otra de las regiones que tras la pandemia registra un mayor repunte de ataques, incrementándose dicha cifra en Sevilla, con 359 agresiones a policías y 126 a guardias civiles, Málaga, con 477 y 82 denuncias respectivamente y Cádiz, con 358 y 105.
A la cola se encuentran el País Vasco y Cataluña, donde sus respectivas policías autonómicas ejercen la labor de seguridad ciudadana, mientras que la Policía Nacional y la Guardia Civil se dedican a temas judiciales, documentación o extranjería. Álava no registró agresiones mientras que en Guipúzcoa y Vizcaya no superaron la decena. En las provincias catalanas, se contabilizaron 37 ataques con Gerona y Barcelona a la cabeza de los mismos
Por ultimo, cabe recordar que uno de los sucesos más trágicos se vivió en la provincia en mayo de 2021 cuando en la madrgada del día 29 el guardia civil Agustín Cárdenas, de 52 años, perdía de manera atroz la vida cuando era arrollado sin piedad por dos jóvenes , de apenas 22 y 17 años, en un dispositivo activado en Jerez por un posible caso de narcotráfico.