Provincia

Abril da la bienvenida a los mercadillos

Comienza la temporada de mercadillos veraniegos, con productos artesanales, únicos y exclusivos

Son muchas las personas de diferente índole que ponen sus puestos en mercados benéficos

Mercadillo La Voz

Pablo van Vroenhoven

Cádiz

El buen tiempo parece ya asentarse en la provincia de Cádiz tras la última borrasca que ha cruzado la península durante la Semana Santa y, con él, llega el comienzo de la temporada de mercadillos. Nada hay más veraniego que un mercadillo donde encontrar productos artesanales, únicos y exclusivos.

Además, recientemente Cádiz ha celebrado los días europeos de la artesanía con numerosas actividades realizadas en toda la provincia para acercar los oficios y productos artesanos al gran público. De entre la gente que se decide a poner puestos en mercadillos los hay de diferente índole y con objetivos distintos.

Están los que, pese a tener una tienda física, aprovechan los mercadillos para seguir dándose a conocer en diferentes puntos de la provincia. Este es el caso de Api Romero, una tienda de miel situada en Sanlúcar de Barrameda. «Es una forma de tener un escaparate en diferentes lugares». Su producto es de cosecha propia, lo que les hace ganar ventajas como dar «un producto 100% natural y que el cliente compre directamente al productor, sin pasar por otras manos, lograndoun producto de calidad». Además, el gusto de esta empresa por los mercadillos les ha llevado a crear una asociación que ahora monta mercados en Sanlúcar.

Otras personas, como es el caso de María, no tienen tienda física y centran su venta únicamente en mercadillos para dar a conocer su gran afición que es el encaje de bolillos. «Con los productos artesanales conseguimos que no se pierda la tradición, que es el comienzo de las tecnologías», comenta. María, como otros muchos centran su actividad en mercadillos benéficos para así poder colaborar también con la sociedad.

Un caso similar es el de Paloma Rodríguez, que ofrece mantones de flamenca artesanales. «Siempre que hay un mercadillo a beneficio o colaboración de alguna asociación voy». Empezó hace muchos años haciendo trabajos y ahora son varias las personas que le ayudan a confeccionar su producto. «Básicamente podríamos decir que trabajamos por afición». Como los mantones están enfocados a la época de feria son los próximos meses los de mayor trabajo, aunque aclara que «no tengo demasiadas cantidades, por lo que es un producto único».

Los productos artesanales son una forma de arte y por ello quedan también incluidos sectores como el de la pintura. Nando Caravaca trabaja en su estudio y, aunque principalmente se dedica a la pintura a gran formato, cree que los mercadillos son un buen lugar para llevar trabajos más pequeños que le den visibilidad. «Las obras de menor tamaño son más accesibles para todo tipo de personas cuando se venden en un puesto pequeñito. Muchas pinturas que tengo en el estudio no tendrían visibilidad sin los mercadillos», afirma. Como la gran mayoría también ve importante la contribución con la sociedad. «Cuando el mercadillo es benéfico me interesa más aun, puesto que además sirve para colaborar con la causa».

Incluso los dulces artesanales de las Comendadoras del Espíritu Santo del Monasterio de El Puerto de Santa María participan en mercadillos poniendo sus productos a la venta del público. Dulces que preparan ellas mismas y venden para conseguir beneficios y poder ayudar a la gente que tiene recursos. «Vivimos de nuestro trabajo, pero cuando tenemos tantas personas a las que ayudar debemos conseguir más beneficios a través de voluntarios».

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