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Viaje al centro de la Tierra de un grupo de espeleólogos sevillanos
Atacan la sima Gesm, una de las mayores de Europa, aunque no alcanzan los 1.101 metros de profundidad y volverán a intentarlo
Dos espeleólogos de Tocina, José Manuel García Benítez y José Pérez, y uno de Utrera, Francisco Venegas, se preparan para atacar por segunda vez la sima Gesm, considerada la más profunda de Andalucía y una de las mayores de Europa. Su primer intento, realizado hace pocos días en la Sierra de las Nieves, no pudo culminar los 1.101 metros de la sima , aunque alcanzaron los 750 metros de profundidad. El agotamiento y las condiciones de esta peligrosa cavidad les hicieron desistir de su primer intento a estos arriesgados aventureros sevillanos del club Nevadensis de Tocina , aunque prometen lograrlo a la segunda oportunidad.
La sima Gesm se encuentra situada en pleno corazón de una de las zonas kársticas más importantes de nuestra comunidad, el Parque Natural Sierra de las Nieves. El primer fin de semana de septiembre estos tres miembros del club local de Aventura Nevadensis deciden adentrarse en la cavidad. Los tres comenzaron el descenso pasadas las 11 horas del sábado. Alcanzados los 500 metros y habiendo llegado a un vivac, José Pérez comunica que no continua el reto debido a una dolencia. Tanto J osé Manuel García como Francisco Venegas entendieron en ese instante debido a la dureza de la sima y del agotamiento acumulado, que les sería imposible completar los 1.101 metros de profundidad de la cavidad.
Sin embargo, optaron por bajar un poco más. Alcanzados los 750 metros hasta llegar a la zona conocida como La Gran Repisa, ambos, optaron por volver al vivac con José y hacer noche allí. A las nueve de la mañana del domigo, tomaron rumbo a la salida, un ascenso que les llevó más de siete horas. José Manuel con gran experiencia en el mundo de la espeleología, el barranquismo y el alpinismo, a sus 40 años recuerda su primer contacto con la montaña con 16 años: « Fue en un viaje de fin de curso a Grazalema en el que hicimos orientación con brújulas, escalada, ráppel desde un mirador de unos 40 metros y el descenso de la Garganta Verde», lo que le anima a continuar con estas actividades.
Años después comienza a praticar escalada deportiva en el Cerro del Hierro, además de alguna que otra salida invernal a Sierra Nevada. Entre sus logros más importantes en el mundo del barranquismo, están el haber realizado varias veces el barranco Trevélez, el Poqueria (La Alpujarra, Granada ) y el Gil Cobo (Jaén).
Por el año 2007-08 empieza a tener su primer contacto con la espeleología, de la mano del Club Plutón de Sevilla, adentrándose en cuevas y simas, como Cueva del Gato o la sima de republicano. Tras esto se atreve con algunas cumbres como el Mont Blanc, Toubkal (Marruecos), Mulhacén, Monte Perdido o Veleta. En 2014 conoce a Pepe Pérez Pozo , que tras tener una intensa actividad espeleológica en Cataluña a la vuelta a su localidad natal (Tocina) deja la actividad pues tiene contacto con nadie de este mundo, «tras conocernos retomamos con intensidad las actividades, animando a otros en este camino. Este año hemos praticado escalada,montañismo, barrancos y sobre todo espeleología», puntualizaba.
Primeros pinitos
José Pérez, «Pepe» para los amigos, comienza su andadura en los deportes de montaña en el 73, año en el que se inicia en las excursiones de media y alta montaña (alpinismo), «al poco tiempo hice mis primeros pinitos en el mundo de la escalada en pared, por aquel entonces todavía no había aparecido la escalada deportiva». Aventuras que desarrollaba en el Pirineo, sierras del pre-Pirineo y resto de Cataluña. Entre los picos que coronó está n Pica d’Estats, Puigpedrós, Carlit, Pedraforc o Puigmal, cerca de Lérida . Queda fascinado del mundo de la espeología en el 82, año en el que tiene sus primer contacto, pasando a convertirse en su deporte favorito durante 20 años. Dos años después descubre el barranquismo.
Entre las cavidades más destacadas que ha explorado están, La Piedra de San Martín (Navarra) con 1200 m, Tonio-Cañuela, Caballos-Valle (Santander), Bujerín Alba (Huesca) además de cavidades en Asturias, Cantabria, País Vasco, Aragón, Cataluña y sur de Francia.