Los Palacios
Un monumento para recordar la unión de las dos villas palaciegas
La fuente de la glorieta La Unión simboliza la vinculación de Villafranca y Los Palacios
Pese a que las villas de Villafranca de la Marisma y Los Palacios convivían unidas de manera natural por la cercanía de sus territorios, no fue hasta el siglo XIX cuando se unieron administrativamente para conformar un mismo núcleo. La unión como tal fue, mucho tiempo después, perpetuada para la posteridad en un monumento que, a modo de fuente recuerda, en la glorieta La Unión , la vinculación de estas dos villas que acabaron por unirse al completo en un mismo municipio que hoy en día lleva sus dos nombres, Los Palacios y Villafranca.
La unión administrativa para fundirse en un único ayuntamiento se produjo en 1836 ya que, pese a que eran dos villas diferentes, sus vecinos convivían prácticamente de forma conjunta. El propio Ayuntamiento palaciego así lo ratifica en una nota cuando asegura que « ni tan siquiera los propios vecinos conocían con exactitud los límites , pues había calles céntricas en las que una acera pertenecía a un pueblo y la de enfrente a otro». De hecho, por la actual plaza de España discurría el pequeño arroyo de La Raya que servía de límite natural, separando los dos cascos urbanos.
Así las cosas, Los Palacios fue una fortaleza árabe , que por su ubicación estratégica hacia la costa hacía las veces de lugar de paso para los viajeros, además de servir de puesto de control. En el siglo XIII fue conquistada por Fernando III y, posteriormente, en el siglo XIV, Pedro I el Cruel mandó construir sobre el antiguo castillo árabe un palacio que le serviría de residencia cuando venía de caza por esta zona. De ahí, su nombre actual.
Mientras tanto, Villafranca de la Marisma surgió de un pequeño poblado de labradores y pastores que continuó existiendo tras la reconquista cristiana. Según se relata en la página web del propio Ayuntamiento palaciego, a principios del siglo XVI, el Consejo de la Ciudad de Sevilla aprobó una norma para otorgar diversos privilegios y exenciones a aquellos que se instalaran en este poblado. Los nuevos moradores obtendrían, como beneficio, veinte años francos de impuestos y contribuciones , una exención fiscal que se trasladó incluso a su nombre, Villafranca de la Marisma.
Símbolo de la unión
Con el objetivo de perpetuar esta unión entre las dos villas, el 28 de febrero de 1999 se inauguró esta fuente en la glorieta La Unión , ubicada justo en la rotonda de Los Cuatro Vientos –llamada así por ser la confluencia de los antiguos caminos a Sevilla, Cádiz, Utrera y el propio centro urbano-. La escultura fue realizada por José Manuel Díaz Benítez , popularmente conocido como «Bichero», un escultor del municipio sevillano de Salteras, que recreó en bronce esta escena con la representación de dos hombres pertenecientes a cada una de las villas, estrechándose las manos como símbolo de la unidad .
De hecho, esta unión entre los representantes de ambas villas se puede también observar en la escena principal del escudo del municipio , tal y como terminó de definir heráldicamente Jaime Murube Sanz en 1947 en el blasón municipal que pintó para la sala capitular. Hoy en día, este óleo se conserva actualmente en el salón de plenos del Ayuntamiento donde se pueden contemplar las dos figuras humanas, un olivo y una vid que dan cuenta de la importancia que tiene para este municipio la agricultura, según ha recordado el Consistorio palaciego.
Arreglo de la fuente
Ahora, esta popular fuente acaba de ser reparada después de varios años sin funcionar, al haberse arreglado la bomba de agua e incorporado una nueva instalación eléctrica, focos y reparado las tuberías en mal estado. Según ha explicado el alcalde Juan Manuel Valle, « la reparación de esta fuente está cargada de simbolismo , ya que no ha sido fácil su recuperación, debido a la difícil situación económica en la que se encuentra el Consistorio».
Tras finalizar los trabajos en esta fuente, el objetivo es actuar de la misma manera en otras fuentes del municipio así como reponer el césped artificial en el tramo que queda pendiente en la mediana de la avenida de Utrera.