Un equipo utrerano especial donde no solo se enseña fútbol

Es indudable que en la actualidad los futbolistas que alcanzan las mieles del éxito en Primera División se convierten en referentes para cientos de miles de niños que dan sus primeros golpes a un balón en los campos de fútbol de nuestro país. Sueñan con convertirse un día en esos futbolistas, en ser los protagonistas de una historia de película , pero desgraciadamente muy pocos consiguen cumplir ese sueño y llegar a la élite.

En demasiadas ocasiones estos jóvenes soñadores encuentran en la actitud de muchos padres y madres una presión añadida más que una ayuda. Hay padres que han protagonizado casos lamentables en los que faltan al respeto a los árbitros en los partidos o se encaran con los miembros del equipo contrario, dando una imagen ciertamente alejada de lo que es el verdadero espíritu del deporte .

Los clubes utreranos llevan muchos años trabajando para que el deporte sea una escuela para la vida y que así los más jóvenes encuentren ejemplos, valores y formación que les sirvan para su futuro. Un magnífico ejemplo de esta forma de trabajar la representa el equipo prebenjamín de segundo año del Club Deportivo Utrera , donde se ha reunido un grupo magnífico de personas que consigue trascender el ámbito de lo puramente deportivo.

Son un total de 15 niños, que practican la disciplina del Fútbol 7 y que en la actualidad tienen siete años de edad, un momento de su niñez donde lo más importante es que disfruten jugando al fútbol y así encontrar amigos para siempre en el propio equipo. En este caso se han dado los condicionantes necesarios para que todo lo que rodea al equipo reme siempre en la misma dirección y sirva para crear un clima magnífico, que no se encuentra habitualmente en un equipo deportivo.

« Es un lujo tener un grupo como este , es maravilloso encontrarse con padres, madres, abuelos y tíos, que están dispuestos a sacrificar su tiempo libre y en algunos casos dinero por el bien del grupo», explica el entrenador de este equipo, Miguel Ángel García. Es el segundo año de la andadura de este magnífico grupo humano, que lejos de presionar a los niños para que consigan determinados resultados ha sido capaz de crear un ambiente magnífico para que los más pequeños hagan deporte y adquieran valores importantes que siempre deben ser intrínsecos a la práctica deportiva.

Padres, madres, abuelos, abuelas, tíos y tías están involucrados al máximo con la idea que representa este equipo y hacen lo que haga falta para que los niños disfruten al máximo. Todo ha llegado a un punto en el que el grupo ha conectado de tal manera que organizan numerosas actividades conjuntas como meriendas, barbacoas y diversos encuentros .

« Nuestro objetivo es el de fomentar valores a través del deporte , valores como el compañerismo y la amistad. Ponemos una serie de normas de juego limpio que les pueden venir bien a los niños no solo para la práctica del deporte sino también para la vida diaria, algo que los padres agradecen», asegura el entrenador. Además de Miguel Ángel García, el cuadro técnico está compuesto por Juan Brenes y Francisco Salguero, que hacen las funciones de delegado y segundo entrenador y el preparador de porteros José González, al que como asegura el entrenador «los niños quieren con locura».

No sabemos si entre los niños de este equipo estará el próximo José Antonio Reyes o el próximo Dani Ceballos, pero lo que sí es seguro que todo el grupo que compone la familia del equipo disfruta con cada entrenamiento, con cada partido, y han creado un vínculo entre ellos, que más haya de los puros resultados competitivos, será muy difícil de romper. Todo un ejemplo de lo más bonito que representa el deporte .