Dos Hermanas

Una cantera de voces jóvenes con un futuro prometedor

La Escolanía de la Coral Regina Coeli lleva desde 2007 formando a menores en la técnica vocal

Una cantera de voces jóvenes con un futuro prometedor

L.MONTES

Andrea tiene ahora «casi 16 años», aunque prácticamente desde los siete u ocho lleva cantando en la Escolanía de la Coral Regina Coeli de Dos Hermanas. Media vida para esta joven nazarena, estudiante de 4º de la ESO, que vive ligada al completo a este grupo de voces blancas que empezó su andadura allá por el año 2007 y que, hoy en día, cuenta con un conjunto coral que tiene por delante un futuro prometedor. Son, desde luego, la cantera mejor preparada de esta coral nazarena.

« La Escolanía para mí es un modo de vida, sin la música me siento vacía », reconoce Andrea tras concluir su ensayo. Es tarde, el sol hace ya unas horas que se ha ido, pero en el interior de la sede de esta Asociación Coral Nazarena, ubicada en la calle Faisán, el ritmo es constante . En la puerta un grupo de padres espera, mientras en la clase una de las profesoras de técnica, Mercedes López, da las indicaciones a los alumnos. «Recordad la postura, por favor, nos colocamos y controlando siempre la respiración».

Hay niños de todas las edades, desde los cinco a los 18 años , que ensayan unos dos días por semana, en grupos y con profesionales de logopedia, música y movimiento, lenguaje musical y técnica. Todo con el objetivo de ofrecer a esta treintena de menores una formación completa en canto, que permita ir labrando una escolanía cada vez mejor preparada. «Lo que se pretende es que el futuro coro esté realmente formado , tanto en música como en técnica y también desde el punto de vista cultural», explica Nicolás Barbero, director de la Escolanía Regina Coeli desde su creación. «Hacer entender la música y conseguir que se muevan con cierto desparpajo es muy fácil, en comparación con lo que tienes que hacer con un adulto», reconoce.

Para ello, es fundamental que esta técnica musical que deben ir adquiriendo se haga de una forma amena y lúdica, sobre todo para los más pequeños que se inician ahora en este mundo coral. « Se lo pasan bien, de eso se trata, incluso el porcentaje de faltas es mínimo », apunta Barbero. Luego, tras el ensayo, una de las alumnas, Elena, de 16 años, así lo corrobora. «Venir aquí, a la Escolanía, es un modo de vida porque la música me gusta mucho y es una forma de desconectar de las actividades , de relajarme y salir de la rutina».

Ella, como otros tantos menores, lleva formando parte de esta coral de jóvenes desde temprana edad . Muchos entraron siendo tan pequeños que no recuerdan muy bien los años exactos que tenían… «Creo que llevo desde los siete, aunque no me acuerdo muy bien», reconoce Irene, de 11 años, que entró en la escolanía por su hermana Andrea, que ya estaba en el coro. El caso de estas dos hermanas es, precisamente, el mejor ejemplo de lo que significa para muchos de sus integrantes esta asociación coral. Andrea fue la primera en empezar en esta escolanía, tras haber pasado por el coro de su colegio de la Sagrada Familia. Luego, sus padres comenzarían también su andadura en la coral de adultos. « El coro y la escolanía es como si fuera mi segunda familia », explica Andrea.

Un recital a final de curso

El objetivo de la dirección de la Escolanía Regina Coeli es que «se vayan independizando desde el punto de vista artístico», con el objetivo de ofrecer a final de este curso un concierto ellos solos. « Las aspiraciones son muy altas, porque empiezan desde muy pequeños », comenta Barbero, «dependerá de lo que ellos quieran y también de lo que quieran sus padres».

Y es que, en todo este asunto, los progenitores juegan un papel fundamental. En las clases se les inculca una serie de normas y hábitos, que también deben llevar a la casa, donde «hay que trabajar, cinco o diez minutos todos los días para ensayar». « Me sorprende la disciplina que tienen , muchas veces son ellos los que me dicen ‘tengo que hacer esto o lo otro’ y hay padres que me lo comentan también», reconoce Barbero.

La «gran desconocida»

Cuatro jóvenes que empezaron en este grupo han pasado ya a formar parte del coro de adultos, y otros tantos lo harán en breve. La escolanía lleva ya funcionando desde hace siete años aunque en algunos ámbitos « sigue siendo una gran desconocida », lamenta el director mientras recuerda el caso de una niña que hoy en día está en la escolanía nazarena pero que empezó en la de Los Palacios y Villafranca «porque no sabía que aquí había una».

Por este motivo, Barbero ha reclamado un mayor apoyo institucional , «imprescindible» de cara a potenciar esta cantera de voces, que serán en el futuro los herederos de la Regina Coeli actual. Por lo pronto, en la mente de su director hay ya proyectos de «envergadura» para promocionar a estos niños, unidos a la música desde una temprana edad. 

Una cantera de voces jóvenes con un futuro prometedor

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