Ayudas públicas
Las ayudas para compensar la subida del IBI colapsan el Ayuntamiento de Alcalá
Los ciudadanos tienen que soportar largas colas para obtener una aportación de 90 ó 60 euros, según los casos
Uno de los principales caballos de batalla entre la oposición municipal y el gobierno de Gutiérrez Limones es la bajada del IBI. La oposición, con mayoría en el Pleno municipal ha aprobado en dos ocasiones reducir el impuesto que ha crecido en los últimos años hasta prácticamente duplicarse. El Gobierno socialista se niega a ejecutar la medida . En compensación ha creado una línea de ayudas de 90 ó 60 euros, en un solo pago para gastos de vivienda. La tramitación de esta medida ha generado un colapso en los servicios municipales ante la avalancha de demandantes y ha avivado el enfrentamiento entre gobierno y oposición.
La fórmula de compensación municipal resulta cuanto menos curiosa. Advierten de que se trata de una medida para paliar la subida del IBI a las personas con rentas más bajas , pero en lugar de bajar el impuesto, entregan dinero, previa solicitud y tramitación de documentos a las personas que cumplen una serie de requisitos basados principalmente en el valor catastral de la vivienda y en la situación económica de la unidad familiar. Es decir, devuelve una parte de cantidades ya cobradas, en lugar de reducir el cobro, algo que parecería más sencillo de tramitar, sobre todo para los ciudadanos.
En el caso de que todas las personas con derecho a la ayuda la soliciten el Ayuntamiento habrá abonado 1,2 millones de euros . La propuesta de la oposición de bajar el tipo impositivo del impuesto para que todos los ciudadanos paguen menos y que Gutiérrez Limones se niega a aplicar, supondría un ahorro para el conjunto de los alcalareños de 4 millones de euros.
El resultado es que la fórmula elegida obliga a los solicitantes a presentar la documentación ante los servicios sociales municipales. Y aquí llega un auténtico caos. En la sede de Servicios Sociales, cientos de personas esperaban a primera hora de la mañana de ayer para realizar la gestión . Se habían ordenado en una cola que llegaba hasta la Plaza del Paraíso. Se vivieron escenas de mucha tensión, a la hora del reparto de los números para recibir atención, hubo peleas e increpaciones entre ciudadanos y con empleados municipales. En el Ayuntamiento una situación similar, la oficina de atención al ciudadano completamente colapsada. Había gente esperando desde las seis y media de la mañana. La sala atestada de gente. Entonces comenzaron a derivar personas a otros departamentos municipales. La oficina de atención a emprendedores, en la Plaza del Duque, también se destinó a este menester. Más abajo se hizo lo propio con la Gerencia de Servicios Urbanos. Hasta a la biblioteca se derivó a personas. Entre ellos, la indignación iba creciendo conforme avanzaban la espera. Horas y horas, la mañana entera, advertía una vecina. Alguna otra requirió a un familiar para que le trajera el almuerzo.
Las cartas informando de la ayuda llegaron en la mayoría de los casos entre el jueves y el viernes de la pasada semana y el plazo inicial finalizaba este miércoles, por lo que nadie quería marcharse sin resolver el trámite. Ahora, ante la avalancha de peticiones, el Ayuntamiento ha anunciado que ampliará el horario de atención también a la tarde del martes y el miércoles. Según fuentes municipales, lo más probable es que se amplíe el plazo más allá del miércoles.
La oposición ha sido muy crítica con esta medida y con la tramitación de la misma. El PP considera que la fórmula es una «maniobra electoral» de Gutiérrez Limones y las colas avalan su teoría de que está pensada para «obligar al ciudadano a ir al Ayuntamiento a pedir que le den una limosna». La propuesta de los populares es que la compensación a los ciudadanos por los tres años de subida consecutiva del impuesto se hiciera a todos los ciudadanos de forma proporcional a lo que le corresponda a cada uno. «Si a un vecino le corresponden cien euros de bajada, que se le devuelva, y si le corresponde un euro que también se le dé», explican desde el PP. El planteamiento de los populares es que se aplique una bajada «real y efectiva» del IBI, que quede incluida en las ordenanzas municipales y que se aplique una revisión del valor catastral «que en Alcalá está sobrevalorado», para que baje el tipo impositivo.
El PA ya se anticipó y advirtió del colapso que se produciría en la tramitación de las ayudas y la vista de las colas ha manifestado que la medida de Gutiérrez Limones es «un burdo intento de comprar votos usando la necesidad de los alcalareños».
La portavoz andalucista, Lola Aquino , afirma que «la imagen lamentable, la pérdida de tiempo a los vecinos y el colapso de los servicios es el precio que todos los alcalareños estamos pagando por la sinrazón del alcalde de no bajar el IBI como se ha aprobado en el pleno municipal en dos ocasiones y con los votos a favor del Partido Andalucista». Aquino califica la actuación de Gutiérrez Limones en esta materia de «propia de un cacique de otros tiempos» y le ha pedido por ello «que se disculpe ante la ciudadanía».
El Gobierno local volvió a defender la fórmula elegida argumentando que una bajada generalizada del IBI beneficiaría a grandes empresas superficies comerciales, propietarios con rentas que rebasan el umbral y viviendas un alto valor catastral.