Historiador

Antony Beevor: «Lo que viene es peligroso. Temible»

Carlos Manuel Sánchez

'Sir' Antony Beevor (Londres, 1946) es el gran experto en la historia militar del siglo XX. Ningún otro cronista de conflictos bélicos cosecha tantos lectores. Lo convocamos para hablar de populismos. Porque, para entender el mundo que viene, nada mejor que hablar con quien conoce bien el pasado

Adolfo Vigo

Y a ti ¿Cómo te gusta?

«Quizás sea hora de que los militantes de base de este partido levanten la voz y planten cara a sus dirigentes y les digan de una vez por todas cómo quieren que sea su país»

Alberto García Reyes

Malversación de la democracia

El sanchismo llegó luchando contra la corrupción y se mantiene a costa de protegerla, así es su gran vacío moral

Jorge Francés

Democracia chulísima

Se nos está quedando una España ofendida y mentirosa, más de garrotazos que de abrazos

José Ramón Iturriaga

No es la marea roja

La previsible catarsis del partido de Trump también va ayudar a que dejemos atrás el frentismo en el que llevan demasiado tiempo instalados

Miguel Ángel Robles

Me niego

Niego todo eso y niego el realismo de los hechos como forma única de racionalidad, y la imposición de lo real en contra de la lógica humanista

Juan Carlos Girauta

La traición de Sánchez

«Esta es una ley particular, para los socios de Sánchez, algo que se opone al mismo concepto de ley. Porque la reforma estimula objetivamente la reedición del golpe de Estado del 17, cuando se derogó la Constitución en una parte de España. Porque la lectura canónica de aquella infamia será contraria al crucial discurso del Rey»

Ignacio Ruiz-Quintano

Ojana

Si Olona ignora la teoría política y exige 'democracia interna' para un partido, ¿qué pedirle al periodista?

Ignacio Camacho

La cizaña

La abolición del consenso y la invención de enemigos son la premisa clave del iliberalismo. En España como en Estados Unidos

Juan Carlos Girauta

No pienses

¿Resulta que Bush no era tan tonto y realmente dio un pucherazo de cirujano fino? Yo no lo sé, ni tú tampoco