Música
Sex Museum: «Al principio el Sol me pareció para gente mayor, pero luego le pillé el rollo»
El guitarrista Fernando Pardo, que hace doblete este fin de semana con la mítica banda malasañera, rememora emociones, historias y anécdotas vividas en la sala por su 38º aniversario
Este mes de enero la sala El Sol cumple 38 años de actividad musical en el centro de Madrid, y lo celebra con una programación especial que incluye la fiesta Stereoparty (día 18, con El Meister y Estrogenuinas) y conciertos de The Mastersons, Mourn, Rubi, Gata Cattana y otros grandes nombres del pop-rock nacional e internacional. Tampoco faltará a la cita la mítica banda malasañera Sex Museum , que hará doblete allí este fin de semana. Su guitarrista Fernando Pardo, uno de los personajes fundamentales de la escena madrileña, acumula décadas de experiencias en la sala como melómano, como artista y como pinchadiscos, así que nadie mejor que él para esbozar un pequeño retrato personal (y con mucho sentido del humor) de lo que ha dado de sí este local tan emblemático.
¿Cuándo y cómo fue su primer concierto como fan en El Sol?
Creo que fue en el 81, en un concierto de Los Elegantes. No me gustó demasiado la sala, me pareció un sitio para gente mayor, entre cabaret decadente y sala de fiestas de las que abundaban por Gran Vía. Luego le pillé bien el rollo y ahora me parece perfecta.
¿Y como artista?
En julio de 1995 con Los Coronas, presentábamos nuestro primer disco, que iba incluido con la entrada. Llenamos la sala y nos quedamos sin discos, ¡bien!
¿Cuál ha sido el concierto (como fan) en El Sol que más alucinado le ha dejado? ¿Y uno que fuera una triste decepción?
Los mejores, por ejemplo, Turbonegro, Skatalites, PiLT, o los Blasters. No sé, he visto muchos, muchos, muchos. De los decepcionantes no me suelo acordar, los borro rápidamente del cerebro, aunque hay uno de Dee Dee Ramone en solitario, con su novia adolescente argentina tocando el bajo, que no consigo borrar.
¿Cuál es la anécdota más extraña que recuerde en el interior de la sala?
Cuando pinchaba en El Sol, una chica, tirando a «milf», me dijo que si le ponía la canción que llevaba media hora pidiendo me enseñaba las tetas. Creo que no se la puse y que luego me arrepentí, es lo que tienen los principios.
¿Quién ha sido el mejor pinchadiscos que ha pasado por El Sol?
No podría decir quien ha sido el mejor, ha habido montones, el Sol siempre ha sido un templo de la buena música, te digo dos que he disfrutado a saco, José Del Castillo y Julio Patiño.
La sala tiene muchos rincones especiales, ¿cuál es su favorito?
El camerino y la cabina del pinchadiscos.
Cada sala tiene su personalidad… ¿cómo describiría la de El Sol?
Decadentemente encantadora. Perfecta representación de lo que era el centro de Madrid. ¡Y que conste que a mi cada vez me gusta mas lo decadente!
¿Cómo le explicarías a un turista lo importante que El Sol es para los madrileños?
Yo creo que los madrileños en general no somos conscientes de lo importante que es tener una sala como El Sol en el centro de Madrid, creo más bien que sería un guiri el que nos explicara la suerte que tenemos al tener una sala así. Es grande pero cercana, con una programación cojonuda y con unos currantes que lo hacen muy, muy bien, desde los porteros o camareros al técnico de sonido o los pinchadiscos. Da gusto ir, yo me siento como en casa
¿Qué futuro augura a las salas legendarias de la capital?
Un futuro lleno de incertidumbre y lucha a brazo partido. Durarán lo que su dueños decidan, por puro coraje, más allá de perdidas, las multas y las ofertas tentadoras para que otra multinacional textil abra otra tienda de moda. Lo normal es que estos locales en el centro se traspasen sin pudor porque Madrid no tiene alma, es muy puta y se vende con facilidad al mejor postor, a un grupo de inversión chino o hindú, o a algún otro que acabara cambiando la esencia del centro de Madrid y convirtiéndolo en un gran centro comercial. Es un asunto de pura resistencia en el que casi todo el mérito lo tiene el dueño, porque están sometidos a una presión constante y porque no se tiene en cuenta la importancia en la cultura de una ciudad que tienen este tipo de salas. Los músicos deberíamos hacer una colecta y dar una medalla a estos tipos, que son lo más parecido a nuestros héroes anónimos, gracias a los que sobrevivimos y hacen de Madrid una ciudad mas divertida.
Sex Museum actuarán el viernes 6 y el sábado 7 de enero en El Sol , a partir de las 22h. Entradas a 15 euros anticipada, 18 en puerta.