Doña Inés se pasea por el Real Jardín Botánico
La exposición de la aristócrata ficticia conjuga elementos narrativos en los que la mujer interactúa con su sirvienta
![La exposición se puede disfrutar en el Real Jardín Botánico hasta el 30 de agosto](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2018/06/01/dona-ines-botanico-kqnE--1248x698@abc.jpg)
Una aristócrata se convierte en la inquilina del Real Jardín Botánico durante los meses estivales . La exposición «Doña Inés Perdió su Zapatilla» presenta el mundo de la mujer, que vive en un espacio-tiempo imaginado que abarca la América colonial y la Vieja Europa. Las obras que representan a este personaje femenino de ficción pueden visitarse hasta el próximo 30 de agosto.
En la muestra creada por el artista Francisco Benítez se pueden contemplar fotografías narrativas, dibujos, imágenes fijas digitales y pinturas figurativas. «Se plantea una narración fracturada del personaje principal que interactúa con su sirvienta , alguien de quien depende totalmente», explica Benítez.
El artista señala que la muestra también explora sus vivencias personales : «Mi padre se trasladó a Estados Unidos a finales de los años sesenta, y formó una compañía de baile flamenco con mi madre, una nativa de Nuevo México».
El proyecto «Doña Inés Perdió su Zapatilla» se concibió en 2013 durante una visita de Benítez al Museo del Prado . Inspirado por las imágenes aristocráticas del siglo XVIII de Mengs y otros artistas, empezó a imaginar una historia ficticia de una aristócrata española cuyo marido recibe un puesto de Virrey , en Nueva España. La aristócrata entonces se encuentra en el Nuevo Mundo enfrentada con una sirviente india capturada y que ha sido desvestida de toda identidad propia anterior, por lo que tiene que reconstruirse de una forma nueva en su nuevo emplazamiento.
«Mujeres en perfecta unión , tras superar el abandono, la tristeza y la transgresión. Francisco Benítez es un artista de esas emociones», indica la comisaria de la exposición, Isabel Bettina. «Junto a las obras de Doña Inés aparecen sumergidas en otro tiempo actual retratos de otras mujeres que guardan ahora la herencia de aquellos siglos. Somos lo que nuestros ancestros nos transmitieron», concluye Isabel Bettina.
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