¡Descarga adrenalina!

Lanzarse al vacío, remar en ríos embravecidos o volar son algunas actividades con las que liberar tensiones de una manera divertida y muy emocionante

ANA VERÓNICA GARCÍA

La búsqueda de nuevas emociones ha convertido a los deportes extremos o también llamados de riesgo en actividades al alcance de casi todos. Lanzarse al vacío, surcar los cielos en parapente o sortear los rápidos de un río en una «endeble» balsita hinchable son algunas de las maneras más extendidas de emular las hazañas de intrépidos aventureros y como una forma de liberar el estrés que acumulamos en la vida diaria, salir de la rutina, hacer algo diferente y dejarnos llevar por las emociones. Volar en un túnel de viento, parapente, rafting, puenting y otras muchas actividades arriesgadas a primera vista nos hacen sentir las emociones a flor de piel mientras una enorme sensación de libertad nos invade después de haber superado ese miedo inicial que nos anuda el estómago y hace que nos suden las manos, se nos reseque la boca, aumente nuestro ritmo cardíaco, la respiración se acelere e incluso se nos dilaten las pupilas. La sensación de saber que más que ganar a otro, nos hemos ganado a nosotros mismos, ganado la batalla a nuestros propios miedos, nos provoca una liberadora sensación que hace que la adrenalina se dispare y estimule al cerebro para que produzca dopamina, la hormona de la felicidad. ¡El riesgo nos provoca excitación y placer!

Las aventuras y deportes extremos a los que va ligada esa excitante descarga de adrenalina son actividades que conllevan grandes riesgos y provocar graves lesiones asociadas a la velocidad, la altura, la presión bajo el agua, la temperaturas extremas, más allá de la posibilidad de sufrir lesiones y contusiones por impactos contra superficies duras... como saltar por un puente o desde una avioneta con un paracaídas en la espalda, escalar una pared vertical, hacer « wingfly » o hasta bucear con tiburones. En su versión más extrema y salvaje estas actividades pueden suponer un riesgo real para la vida -¿quién no recuerda el trágico final de Álvaro Bulto o Darío Barrio haciendo «wingfly»?- y su práctica habitual puede suponer problemas cardíacos, alteraciones oseo musculares y otras afecciones que requieren de un control médico periódico. Por otro lado, con este tipo de actividades se busca una situación de peligro de forma consciente, superar los momentos de mayor tensión, ser capaces de aguantar dolor lo que se convierte en una forma de sentirse superior, poderoso, valiente y capaz de superar cualquier obstáculo, nos hace sentir que podemos desafiar los límites humanos por lo que exponerse constantemente a experiencias estimulantes como estas, puede desembocar en adicción.

También las versiones adaptadas al público que sólo busca vivir emociones nuevas tienen efectos en la salud y hay que asegurarse de que se realizan con empresas expertas que cuentan con todas las certificaciones y siguen todos los protocolos de seguridad y que se hacen siguiendo las indicaciones de los guías y profesionales que nos acompañan durante la actividad ya que el número de lesiones no se debe al deporte en sí, sino a la falta de prevención que asumen quienes lo practican, que no aplican suficientes medidas de seguridad.

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Matías Nieto

Ingravidez, haz realidad el sueño de volar libremente

El primer túnel de viento vertical de la capital -y el más alto de Europa- hace realidad el sueño de muchos: ¡ Volar ! y experimentar la ingravidez sin alas, sin aviones, sin paracaídas. «Madrid Fly» permite volar en un entorno seguro, supervisado por instructores certificados y vivir la experiencia de vuelo indoor «similar a flotar en una piscina de aire o al vuelo en caída libre», con el propio cuerpo y el aire que se genera dentro del túnel como únicos elementos necesarios en cualquier época del año.

Dirigido a cualquier persona a partir de 5 años sin límite de edad ni condicionante físico, excepto las embarazadas, está adaptado para que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar de la experiencia de flotar en el aire con absoluta comodidad.

Volar en el túnel de viento se convierte en una original manera de celebrar un cumpleaños u otro evento, disfrutando de un vuelo y observando las habilidades de otros voladores desde el restaurante-cafetería o la terraza chill out y ¿por qué no? correr luego unas carreritas en el Karting Carlos Sainz Center situado a poca distancia.

Ficha:

Dirección: Av. Ntra. Sra. del Retamar, 16 Las Rozas, Madrid

Tlf.: 912648353

Dificultad: Baja

Horario: X a V de 11 a 21 h, S y D de 9 a 23 h.

Precio: Desde 39€ niños y 58€ adultos.

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ABC

Rafting, rápidos, saltos de agua y mucha emoción

El ráfting , como se conoce a la navegación río abajo en una balsa hinchable remando codo a codo con más gente y siguiendo las instrucciones del guía, es una de las actividades en equipo más excitantes que promete «pasarlo genial y algún baño que otro», explica Rubén Martínez, gerente de Multiaventura Buendía cuyo rafting estrella se realiza en el Parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara) y en el Parque Natural del Alto Guadiela (Alcarria Conquense).

Dependiendo de la altura de los rápidos y del caudal del río, los descensos se catalogan en varios niveles de dificultad por lo que toda la familia podrá participar ( a partir de 7 años ) y formar parte de una emocionante actividad así como disfrutar de un pic-nic al lado del río o comer en el restaurante del Hotel Peñarubia en el Alto Tajo o en el restaurante Casa Goyo en Alcocer si se hace el tramo del Guadiela.

Los niveles de dificultad van desde el N-I para ríos de aguas rápidas con oleaje pasos fáciles y saltos de menos de un metro al N-III para ríos de aguas bravas con oleaje, pasos difíciles y saltos de más de dos metros pasando por el N-II con ríos de aguas bravas con oleaje, pasos de dificultad media y saltos de un metro a dos.

Ficha Técnica

Dirección: C/ Frontón, 5 16515 Buendia, Cuenca. Tlf.: 660127565 Dificultad: Hay tres niveles de dificultad. Precio: Niños 39€, adultos 45-50€ según el nivel

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ABC

Parapente, a vista de pájaro por la serranía madrileña

«De Madrid al cielo», una de las escuelas de parapente más antiguas de la capital, promete vivir una aventura inolvidable volando en biplaza con uno de sus pilotos o aprender un deporte apasionante por parajes como Cebreros (Ávila), Puerto de Somosierra y Arcones (Segovia) o San Martín de la Vega (Madrid). Sin necesidad de entrenamiento previo cualquiera que pese más de 45 kg. puede volar «ya que el piloto da las explicaciones en cada momento» explica Nicolás González, director de la escuela, que luego propone comer en El Churrasco o El Castrejón (Cebreros) o en La Cerca (Arcones), donde se puede completar el día visitando las Hoces del Río Duratón.

Para vivir la experiencia de vuelo libre en biplaza no hace falta ningún tipo de entrenamiento, ni ninguna condición física ya que el piloto que acompaña al pasajero da las explicaciones necesarias para hacer un buen despegue y aterrizaje. Es bastante simple, el piloto levanta el parapente y el pasajero lo único que tiene que hacer es intentar correr hacia delante sin sentarse, ni saltar. Incluso si hay un poco de viento, ni se corre. Y, que quede claro, «hay que tirarse por ningún acantilado, los despegues son en pendientes de hierba y no con mucha inclinación» explica Nicolás González, director de la escuela, que añade que hasta los niños pueden disfrutar de la inolvidable experiencia de volar , «hemos tenido niños muy pequeñitos, gente parapléjica, ciegos... no hay que ser deportista y ahora tenemos hasta un señor de 69 años en la escuela» y, añade, «sólo hay que tener muy en cuenta las condiciones físicas de cada uno para adaptarlo a los clientes y a los alumnos» por lo que es apto para cualquiera que quiera sentir la experiencia de volar, «sin necesidad de cumplir ningún requisito de edad o condición física aunque para aprender a volar por uno mismo sí es necesario pesar, al menos, 45 kilos ya que es el peso mínimo para el que hay parapentes, cuyo van en función del peso que van a soportar».

Los vuelos en biplaza en montaña (600/800 m. desnivel), generalmente, se hacen en dos zonas diferentes en función de la orientación del viento ya que es necesario tener el viento de cara para despegar. Si la orientación es sur y oeste se hacen en Cebreros y Pedro Bernardo (Ávila) y si es norte se hacen en el Puerto de Somosierra y Arcones (Segovia) a unos 90/100 km de Madrid. La duración del vuelo depende exclusivamente de la intensidad del viento en el momento del despegue. Lo normal es que dure de 15 a 30 minutos, pero en el peor de los casos, si no hubiera nada de viento, se bajaría despacio y planeando siendo la duración de unos 10/15 minutos más o menos. ¿El precio? 85 € el vuelo. Otra opción, más económica (59€), es un vuelo con 200/250 m. de desnivel que se realizan en la Muela de Alarilla (Guadalajara) a unos 90Km de Madrid, una montaña que tiene varias orientaciones, por lo que es relativamente fácil volar casi siempre (siempre dependiendo de las previsiones de viento).

Si se tienen problemas de movilidad o se quiere vivir la experiencia de otra manera alternativa dan la posibilidad de volar en parapente con motor, conocido como trike paramotor, en la que el pasajero no tiene que hacer nada, sólo montarse en el asiento delantero de una especie de triciclo con dos asientos (en el trasero va el piloto). Estos vuelos se hacen San Martín de la Vega (muy cerca de la Warner) a unos 15” de Madrid por 60€ 15 minutos o 80€ media hora.

Al ser un deporte que depende totalmente de las condiciones meteorológicas hay que ser muy flexible en cuanto a fechas y, desde la escuela, subrayan la importancia de reserva el vuelo entre una semana y diez días antes de la fecha elegida para volar aunque la confirmación no se hace hasta dos días antes que «sabemos con una cierta garantía si se puede volar y en qué zona». Se queda con los clientes en la zona de aterrizaje de dónde se van a hacer los vuelos y luego ya les suben en las furgonetas a la zona de despegue aunque sí dan la opción de ir con ellos desde Madrid a primera hora y volver con ellos cuando termina la actividad del día.

Aunque lo mejor, antes de volver a casa es reponer fuerzas . «Cuando vamos a Cebreros, el punto de encuentro es el bar el Churrasco, un sitio de platos combinados y bocadillos y en el pueblo hay también un restaurante de comida menos informal que se llama El Castrejón» recomienda Nico. En la zona de Somosierra, nos invita a probar, en Arcones, un restaurante, La cerca, de asados, cordero, cochinillo y todas las especialidades de la zona de Segovia aunque también nos recomienda acercarse a Sepúlveda o Pedraza. Cerca están las Hoces del Río Duratón que es un «sitio espectacular para ir después del vuelo» y nos propone el plan perfecto para un día de lo más completo : «ir a volar por la mañana, comer en Sepúlveda y luego visitar las Hoces del Río Duratón».

Los que se hayan quedado con ganas de más siempre tienen la opción de apuntarse a la escuela y asociarse al club y hasta irse de viaje para volar en multitud de partes del mundo como Cuba, los Alpes, Portugal, el Pirineo, Marruecos, Kirguistán... con Ventecontuparapente.com.

Ficha técnica:

Dirección: Av. del Mediterráneo, 28,. Madrid.

Tlf.: 915528433

Dificultad: Baja

Horario: Pueden variar según el tiempo

Precio: Desde 59€.

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ASDON AVENTURA

Puenting, la indescriptible sensación de saltar al vacío

Saltar por un puente es una manera muy emocionante de sentir la adrenalina, así como una forma de superación personal. Aunque muchos piensen que «estamos locos, es una de las actividades más seguras que se pueden hacer a pesar del miedo que nos da enfrentarnos a riesgos», aclara José Carlos de Santiago, gerente de Asdon Aventura, ya que la actividad se realiza desde un puente que cumple con todas las medidas de seguridad adecuadas por sus dimensiones y características.

En el momento del salto la adrenalina «es máxima y las sensaciones son indescriptibles » y durante el vuelo/péndulo «liberas toda la adrenalina acumulada». Una experiencia única en el Valle de Lozoya, a una hora del centro de Madrid dirigido a personas con un buen estado de salud general de todas las edades, aunque los menores deben ir acompañados de los padres.

Para disfrutar de un completo día al aire libre Asdon Aventura junto con el centro de Ecoturismo Monte Holiday ofrecen restaurante, alojamiento, piscinas y parque aventura para completar con más actividades.

Ficha técnica

Dirección: Av. Virgen del Val, 1 28804 Alcalá de Henares, Madrid.

Tlf.: 616250495

Horario: Lunes a domingo.

Dificultad: Baja

Precio: Desde 35€.

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