Colman Gota: «En los 90 en España había montones de bandas, público y entusiasmo»
El cantante y bajista de Isanity Wave presenta este sábado en Moby Dick su segundo disco en solitario, «Tape», grabado con Mitch Easter (R.E.M., Wilco, Pavement)
Colman Gota no es nuevo en las páginas de ABC ni en la escena de la música independiente de España. Lleva más de dos décadas breándose en ella, sacando discos por el puro placer de hacerlo y recibiendo buenas críticas. El 12 de marzo de 1993, escondida en la página 89 de este diario, encontrábamos la reseña con la que se presentó en sociedad con su antigua banda, Insanity Wave : «Acaban de grabar una primera maqueta en la que se advierten muchas de sus virtudes. Power-pop de guitarras saturadas, bonitas melodías, juegos de voces y, sobre todo, entre las cinco que han grabado, una estupenda canción, ' Spinning '. Un principio esperanzador para un grupo con ideas y entusiasmo».
Para su sorpresa, los medios comenzaron a fijarse en grupos como el suyo, formado por jóvenes de apenas 20 años que miraban cómo al otro lado del charco el grunge se lo comía todo, mientras ellos, al margen de las grandes discográficas, se movían en un circuito de salas pequeñas. «Cuando comencé a ver aquellas reseñas, lo primero que pensé fue: 'Esto de la música está tirado'. Al principio todo fue sobre ruedas», recuerda Gota sobre aquel entusiasmo inicial, que no fue tan fácil como parece: «Sin embargo, pronto las cosas empezaron a torcerse, comenzando por la quiebra en 1996 de la compañía discográfica que fichó a Insanity Wave , La Fábrica Magnética».
Recuerda de aquella época un concierto que les organizaron en Valencia. Metieron los instrumentos en la furgoneta y para la costa que se fueron. «Creo que la sala se llamaba 'Zeppelin' y, cuando llegamos, nos encontramos con que estaba en ruinas. He de confesar que lo primero que pensé fue 'qué sitio tan alternativo', pero cuando entré y vi a varios obreros tirando abajo tabiques... Nunca llegamos a conocer al promotor de aquel concierto».
A pesar de los obstáculos el grupo siguió su camino, con Gota componiendo, tocando el bajo y cantando; José María Martínez Escriña a la guitarra y también escribiendo las canciones y poniéndoles voz, y Juan Corrales a la batería. El trío fue la avanzadilla en España de aquello que se llamó, a comienzos de los prolíficos años 90, «rock alternativo», cuando la palabra « indie » apenas comenzaba a exportarse desde Estados Unidos y, por lo tanto, no había perdido su sentido aún. «Fue excitante ver como aquella música alternativa que se había ido cociendo lentamente desde los ochenta, totalmente al margen de los circuitos comerciales, estalló y por unos años reinó. A nivel local lo viví como una manifestación muy genuina e incluso inocente. Había montones de bandas por España y, al menos en los primeros años, había público y entusiasmo», cuenta el bajista.
«Insanity Wave es un joven trío de rock de guitarras sorprendentemente contundente» o «un grupo madrileño de vigoroso rock de guitarras, con evidentes y saludables influencias de algunas de las más potentes bandas del reciente rock norteamericano» eran alguna de las cosas que podían leerse en ABC acerca de la banda en los meses siguientes. Eran pequeños artículos con titulares como « Turno para las independientes » o « Chaparrón de pop-rock », en los que se hablaba de ellos y de otras bandas noveles como Los Planetas , Australian Blonde, La Buena Vida, Surfin’ Bichos, Sr. Chinarro o El Niño Gusano. Algo estaba sucediendo en la escena musical española.
De Violent Femmes a Spin Doctors
De aquella aventura salieron cinco discos, dos EP’s, participaciones en el Primavera Sound y el Festival de Benicassim y conciertos en países como Portugal, Irlanda, Francia, Estados Unidos e Inglaterra. En esas tierras lejanas Insanity Wave compartió escenario con bandas como Violent Femmes , Spin Doctors, Nada Surf o Grant Hart, el mítico componente de Hüsker Dü. Pero aquella etapa se acabó en 2008: «Entonces tuve una cosa clara, que quería seguir tocando. Como nunca dejé la guitarra, empezaron a surgir temas y poco a poco se fue fraguando la idea de hacer un disco en solitario».
En el verano de 2013 voló a Carolina del Norte para grabarlas por su cuenta y riesgo, con nada menos que Mitch Easter . De allí salió su primer disco en solitario, « Play To Lose », que no sé publicó hasta comienzos de 2015, cuando ya había acumulado otro buen puñado de temas marca de la casa: melodías redondas, estribillos poderosos y guitarras contundentes que tan pronto coquetean con el rock como se zambullen en el power pop. Y siguiendo ese impulso irrefrenable que parece mover a Gota dentro de la música, volvió a hacer el petate y cruzar el charco para grabarlas de nuevo con el responsable de algunos de los mejores trabajos de R.E.M. , Wilco , Pavement o Ken Stringfellow (The Posies) . «Lo bueno de grabar con Mitch Easter es que no tengo que explicarle nada. Aparte de ser superprofesional, comprende perfectamente la música que hago. Las sesiones son intensivas, siete días del tirón, pero en ningún momento hay agobios. El ambiente es relajado y la concentración en la música es total».
Este segundo disco en solitario se llama « Tape » y lo presenta este sábado 2 de julio en la sala Moby Dick ( 21.00 horas ). Radio 3 lo ha calificado de «excelente, mucho mejor que el primero». Y en medios anglosajones especializados se han escrito cosas como: «Si puedes imaginarte a Tom Petty con un estilo menos country y mucho más cercano al rock alternativo, disfrutarás de la música de Gota »; o «este músico parece entender verdaderamente el arte y la magia que hay detrás de sentarse a escribir una canción y grabarla con una banda. 'Tape' es fresco, potente y vigorizante. Un álbum que lo tiene todo ». «Es un disco de temazos y es más variado estilísticamente y en cuanto al sonito. También es más optimista en su planteamiento que "Play to lose"», opina él mismo.
