El fuego obligó a desalojar a más de 700 jóvenes de un campamento

Más de 700 jóvenes, entre 8 y 16 años, tuvieron que ser desalojados ayer con urgencia de su acampada en el Colegio de Campano para evitar cualquier tipo de peligro en relación al fuego que se declaró en las inmediaciones de la finca chiclanera.

Nada más conocerse la existencia de un incendio que avanzaba con rapidez avivado por el fuerte viento de levante que sopló durante toda la tarde, los efectivos de seguridad desplazados hasta la zona daban la orden a los monitores y responsables de Campano de que los pequeños abandonaran sus instalaciones.

Así, con lo puesto, comenzaba el desfile de jóvenes hacia una zona segura, la arena de la playa de La Barrosa a la altura de Loma del Puerco, hasta donde atravesando la carretera de la Venta Melilla (que luego fue también desalojada), tardaron apenas treinta minutos en llegar. Afortunadamente no hay que lamentar heridos entre los numerosos grupos de jóvenes que se alojaban en la finca de Campano y ninguno de ellos precisó tampoco de atención médica.

Un grupo de Jerez

Entre los grupos que tuvieron que ser desalojados en la tarde de ayer de su campamento se encontraba un grupo de jóvenes invidentes de la ONCE de Cádiz y Jerez. «Hemos tenido que andar a campo través como Robinson Crusoe». Las palabras de Rocío Vázquez evidencian los momentos de tensión que vivieron los casi 50 integrantes de uno de los colectivos. Su odisea comenzó después de comer, cuando los niños estaban en la piscina. «Vimos mucho humo negro y decidimos marcharnos porque cada vez estaba más cerca», relata la monitora del grupo.

«Afortunadamente, los vecinos sacaron sus coches y fueron llevando a los que tenían más dificultades para andar», añadió Rocío Vázquez, minutos antes de que el presidente de la ONCE de Cádiz, Francisco Arroyo, confirmara a LA VOZ que ninguno de los pequeños había sufrido percance alguno. «Vamos a mandar un autobús para recoger a los niños y devolverlos antes de lo previsto a sus padres» aseguró.