Cartas

Entre desgraciado y basura

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Por todos es conocido que todos los trabajos tienen una parte desagradable o que no nos gusta. El basurero anda entre desperdicios y malos olores, el vigilante tiene que hacer muchas horas y realizar funciones que lo comprometen seriamente, el albañil soportar trabajos forzados y temperaturas feroces a la intemperie, pero los peores, más desagradables y mal pagados son los que tienen trato directo con el público; hostelería, comercios y sobre todo, y al que quiero referirme por mi desgraciada y desilusionante elección, el de conductor de autobuses. Tienes que soportar la ira del público contra tu empresa, que la pagan con uno, los insultos de los conductores de turismos porque creen que saben conducir bien y nosotros no, además de tener que soportar situaciones que no desearía ni al peor de mis enemigos. Para el viajero somos una basura y de cara a la empresa somos excrementos y una reunión de conductores son una montaña de abono para el campo. Un conductor tiene que soportar la presión de la empresa, las iras del público, las agresiones viales y lanzo varios ejemplos: Hay líneas que todos conocen y no se pone remedio. Son auténticos corredores del narcotráfico, sí, y viajan entre nosotros. Los yonkies van a comprar drogas al Puerto de Santa María para venderlas en Cádiz y de paso consumirlas por el camino, ¿y el viajero que hace?, protestarle al conductor, ¿y la Policía?, nada por el conductor, ¿y la empresa?, para eso te pagan, y ahí me tengo que callar porque por 1.100 euros al mes se compra mi silencio ya que esto es Cádiz, el mayor basurero laboral de España. Tengo que mantener mujer e hijos. Y si el conductor hace algo, la Policía lo detiene, indemniza al yonkie y la empresa te sanciona con empleo y sueldo. Un conductor para en una parada común para varias líneas, y se encuentra a 20 desinformados viajeros que preguntan por líneas y horarios. Si los informas a todos pierdes 20 minutos, lo que supone una eternidad para el servicio y los viajeros protestan y, si no los informas, tienes que soportar insultos por parte de los viajeros que están fuera y el apoyo de los que están dentro, ¿qué hago? Una norma de tráfico dice que: «todo conductor de vehículos debe facilitar la incorporación de los autobuses que salgan de las paradas en la medida de lo posible, incluso llegando a detenerse si fuera necesario, (que gracia me hace), la voy a corregir; cuando un autobús saque el intermitente, acelere todo lo que pueda, pite fuertemente e insúltelo si lo ve conveniente, y si este contesta, paras el coche y lo agredes. Y aquí quería yo llegar, por lo que pasó la madrugada del martes a un compañero, que al salir de la parada de Canalejas a un coche que venía a una endiablada velocidad le dio rabia que se le incorporara un autobús y empezó a pitarle e insultarle. No contento con eso lo siguió hasta la plaza de España sin que este se diera cuenta y como si de un viajero se tratase, se subió en el autobús y le propino un puñetazo. Al repeler la agresión perdió el control del autobús empotrándose con otro que tenia delante y provocando seis heridos e innumerables daños materiales en ambos vehículos.

Carmen Rodriguez. Cádiz