MUNDO

Los presos de Guantánamo estarán bajo el amparo de la Convención de Ginebra

El anuncio de la Casa Blanca es una respuesta a la sentencia del Supremo, que declaró ilegales los tribunales militares Washington considera que «no supone un cambio de política»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Guantánamo, el controvertido centro penitenciario de Estados Unidos en Cuba, parece seguir los pasos necesarios para dejar de ser el talón de Aquiles norteamericano en lo que a derechos humanos se refiere. La Administración Bush daba a conocer ayer que a partir de ahora todos los detenidos en la prisión cubana o bajo custodia estadounidense en el extranjero estarán protegidos por las reglas dictaminadas en la Convención de Ginebra.

Una decisión que , según la Casa Blanca, no supone «un giro en la

política estadounidense porque los detenidos siempre han sido tratados con humanidad». Aún así, esta es una clara respuesta a la sentencia establecida por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, que el pasado 29 de junio declaró «ilegales» los tribunales militares creados para juzgar a los detenidos en Guantánamo. La resolución de la alta corte, con cinco votos y tres en contra, decidió acabar con los tribunales creados por el presidente Bush por no acatar las leyes internacionales y no haber sido autorizados por el Congreso.

El portavoz de la Casa Blanca, John Snow, encargado de dar a conocer el anuncio, dejó claro que «la situación es compleja pero queremos hacer las cosas bien». La nueva normativa, especificada en un memorando llevado a cabo por el subsecretario del Departamento de Defensa, Gordon England, acaba con las justificaciones del Gobierno de EE UU que anteriormente no se había acogido a los mandatos de Ginebra porque sus detenidos no eran prisioneros de guerra y, por ello, no deberían acogerse a dicha protección.

La instrucción del Gobierno norteamericano coincidió con el comienzo de las declaraciones en el Comité Judicial del Senado para determinar cuál debe ser el tratamiento apropiado para los detenidos por el Ejército estadounidense. El director del comité, el senador republicano por Pensilvania, Arleen Specter, dejaba claro que «no vamos a entregar al Departamento de Defensa un cheque en blanco» para que aplique las prácticas que se le antojen.

Legislación

De momento, el informe firmado por England obliga a sus receptores a asegurarse que todas las políticas, prácticas y otras directrices respetan el artículo 3 de la Convención de Ginebra. Bajo dicha resolución se prohíbe cualquier tipo de violencia contra los detenidos, incluyendo la mutilación, tratamiento cruel o tortura, además de prácticas que degraden la dignidad humana, como la humillación. El memorando finalizaba diciendo que «se asegurarán que todo el personal del Departamento de Defensa se adherirá a estos estándares».

El Gobierno puso de manifiesto su intención de trabajar estrechamente junto al Congreso para poder establecer una legislación que regularice este espinoso asunto. Desde el 5 de mayo de 2005, el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura ha exigido a EE UU el cierre de Guantánamo así como el cese de cualquier práctica comprometida durante sus interrogatorios o durante el trato de los detenidos.

Guantánamo se ha convertido en el centro de un polémico debate entre EE UU y el resto de la comunidad internacional. La luz roja se encendió en todo el mundo cuando hace cuatro años fotografías que mostraban a prisioneros encapuchados, de rodillas y encerrados en jaulas consternó a la opinión pública. Desde entonces han sido muchos los informes filtrados que denunciaban suicidios, huelgas de hambre y duros interrogatorios dentro de los límites de la prisión.