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CRÍTICA DE TV

Dentelladas

JOSÉ JAVIER ESPARZA/
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Como la información es poder, el control de las imágenes de Benedicto XVI no ha suscitado una de esas peleas a dentelladas que tanto abundan en torno a los grandes acontecimientos. Aquí la guerra ha tenido dos escenarios. Uno, la cocina de la imagen, especialmente en los actos protocolarios y oficiales del Papa, con TVE como protagonista de la querella. El otro escenario es la hoja de reclamaciones, con la oposición de la Comunidad Valenciana y de Madrid pidiendo explicaciones a sus respectivos canales públicos por una cobertura que consideran excesiva.

Lo de la cocina: todo se reduce a los medios que entraron en la entrevista del Papa y Zapatero. La organización había previsto el perfil más institucional posible, es decir, las televisiones públicas de España (TVE) y del Vaticano, lo cual parece lógico. Pero, como las funciones de la televisión pública en España están bastante alteradas por el protagonismo de los canales autonómicos, se suscitó un conflicto entre TVE y el valenciano Canal Nou, agravado por el hecho de que la cobertura de Canal Nou, en este acontecimiento, ha sido muy superior a la de TVE. Se ha denunciado que TVE no quería bajo ningún concepto que Canal Nou entrara en la recepción del Papa a Zapatero; al parecer -se dice-, La Moncloa no se fiaba del trato que la televisión valenciana pudiera dispensar a Zapatero. Finalmente, tuvo que ser la televisión vaticana la que cediera sus imágenes a la valenciana.

El otro escenario de rifirrafe han sido las comunidades madrileña y valenciana. Las cadenas de estas autonomías han servido una programación casi monográfica sobre la visita papal. La pregunta es: ¿debe un canal público dedicar tantas horas y recursos a un acontecimiento de este carácter? La oposición socialista en ambas comunidades sostiene que no. Pero, entonces, ¿para qué sirve un canal público? A los canales autonómicos en general, hay que reprocharles que gasten tiempo y dinero en una buena porción de programas inútiles y necios, pero no que se vuelquen en la cobertura de una noticia que ha despertado una gran expectación. A ver si somos capaces de mantener un poco vivo el sentido común.