![](/cadiz/pg060710/prensa/fotos/200607/10/007D6CA-CAD-P3_1.jpg)
«Hemos recorrido casi toda Europa en tienda de campaña»
Actualizado: GuardarCon tan sólo tres tiendas de campañas, Mari Carmen Ortiz y Antonio Romero han conocido las diecisiete comunidades españolas y casi todo el centro de Europa. «Nuestro objetivo para el año que viene es comprar o alquilar una caravana», asegura Mari Carmen, mientras su marido monta la tienda de campaña a una velocidad de vértigo.
Desde 1978 este matrimonio malagueño monta y desmonta el campamento a diario. «Estando embarazada de mi hija salí de un cámping para parir, y a los ocho días me llevé a mi bebé de acampada», comenta con orgullo Mari Carmen Ortiz. «Intentamos aprovechar al máximo, nos gusta conocer otras culturas y sus gentes».
Criterios de selección
«A la hora de elegir un cámping nuestra prioridad es que el lugar nos ofrezca facilidades para desplazarnos con transporte público», apostilla Ortiz.
Para ellos, las zonas de acampada declaradas de primera calidad muchas veces no son tan buenos como los de tercera.
Dicen que son camaleónicos, pero siempre van cargados de los mejores utensilios: nevera eléctrica, inflador de colchones, freidora, ventilador, televisor etc.
Hasta 10.000 kilómetros en un solo viaje, una gran tormenta en la sierra de Guadarrama (Madrid), o un pinchazo sin la rueda de repuesto en Andorra son las azañas más recordadas de esta pareja de campistas.
El matrimonio reconoce que este modo de viajar es económico, aunque ellos aseguran que lo han elegido porque les permite disfrutar de la naturaleza.
El matrimonio Romero Ortiz ha demostrado que con un Renault 8 se puede conocer Monte-Carlo, Niza, y casi toda la Costa Azul.
«Hemos hecho cámping en casi toda Centro Europa: Alemania, Francia, Bélgica, Portugal, Italia, etc», cuenta Antonio Romero.
En invierno, en cambio, prefieren hacer viajes organizados por agencias, para evitar la inclemencias del tiempo.
Requisitos mínimos
Mari Carmen Ortiz tiene claro que ir de cámping es una tarea, como mínimo, de dos. «Es importante la cooperación y tener facilidad para adaptarse a todo tipo de cambios», explica Mari Carmen.
Este dúo campista asegura que «se coge cariño a las mosca», y que nada les da miedo, ni tan siquiera los mosquitos «con aspecto de vampiro». Como colofón, prometen viajar aún más, ahora que Antonio se ha jubilado.