«Había participado en 1.068 espectáculos cuando me jubilé»
Juan vive en el retiro desde hace casi veinte años, aunque el mundo de los toros sigue siendo su gran pasión
Actualizado:-Ha sido usted picador de toros. ¿Cómo llegó a esa profesión?
-Me he criado en el campo desde pequeño y me dio por ser picador porque tampoco había muchos trabajos que hacer. Debuté en 1947 en Sanlúcar de Barrameda, en una novillada con Cardeño, el hijo del Fatigón, como llamábamos al hijo del empresario de la plaza y... no me acuerdo del tercero.
-¿Cuántos años ha estado usted ejerciendo esta actividad?
-Pues ya te digo. Comencé en 1947 y llevó casi veinte años jubilado, así que echa las cuentas.
-Y en todos esos años, ¿en cuántos festejos ha participado?
-Yo siempre los llevaba apuntados en una libreta, pero me dijeron que era el sindicato en Madrid el que los controlaba, así que cuando me jubilé sumé un total de 1.068 espectáculos en todos esos años, que son muchos años.
-¿A cuántos toreros ha acompañado usted durante toda su carrera profesional?
-A muchos, hijo mío, a muchos. Con Juan Antonio Romero, Limeño, Mondeño, Miguelín, Tinín -de carrerilla recuerda a algunos más-, todos los de mi época. Con Galloso, el de El Puerto, estuve durante 11 años y cuando me jubilé lo hice con el torero de Sanlúcar, éste... Paco Ojeda.
-Y ahora, ¿a qué dedica el tiempo libre?
-Pues como estoy jubilado, a pasear mucho.
-¿Alguien de su familia ha heredado su afición por los toros?
-Mi hijo Juan, que también es picador desde hace unos años. Torea suelto, con lo que le sale, ahora es más difícil que cuando yo empecé en esto.
-¿Cómo ve los toros ahora desde la barrera?
-Tú sabes..., el ganado tenía antes más raza y ahora ha bajado mucho en fuerza en todas las plazas, cuando son los toreros los que más se arriman. Es paradójico, verdad.