Los machos brummel
Actualizado:Buen ejemplo de la complejidad que entraña el mecanismo de un chupete son las palabras de mi compañero, Ignacio, amante del tópico rancio. Porque reducir el nivel de cotilleo de una sociedad al índice de audiencia del Tomate, me hace pensar que vamos camino de ser un país de amazonas, poblado sólo por mujeres. ¿Es que de los millones de personas que se sientan delante de la tele, sólo hay mujeres? Si es así, me cojo el primer vuelo que salga al extranjero.
La curiosidad más morbosa es innata en el hombre. Ha permitido descubrir vacunas, inventar el teléfono o saber cuántas estocadas sexuales es capaz de darle Antonio David a la discreta Bermúdez en una sola noche. La diferencia entre hombres y mujeres es que a nosotras no nos avergüenza lucir galones de maruja; mientras que a los machos sólo les gusta mostrar su olor a Brummel. Cuántas veces habré escuchado a mis amigos analizar las posaderas de Jennifer López. Y ya que mi compañero saca a colación el Mundial, además de la pifia de España, también me he enterado de que las dos mujeres de futbolistas más guapas son españolas, ¿quién hizo esa lista? ¿Karmele Marchante?
La mejor muestra del cotilleo masculino es la legendaria contestación que Dominguín le dio a Ava Gardner al levantarse de la cama tras una noche de desenfreno: -¿A dónde vas? - «A contárselo a todo el mundo».