Vista del polígono exterior de la Zona Franca. / OSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

El arreglo de Talleres Faro será el escaparate de la remodelación integral de Zona Franca

El Ayuntamiento renovará esta parcela de su propiedad para animar a la iniciativa privada a que acometa el cambio que prevé el nuevo PGOU Se trata de evitar la fuga de pequeñas y medianas empresas a la Bahía

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El Ayuntamiento de la capital está decidido a demostrar que la reordenación del polígono exterior de zona franca no es una propuesta realizada en papel mojado en el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Por ello, si la iniciativa privada no comienza a moverse, «nos moveremos nosotros», comentó recientemente la alcaldesa ante un grupo de empresarios y constructores. De esta manera, el Ayuntamiento está dispuesto a actuar en los antiguos Talleres Faro -hoy propiedad municipal- para que sirvan de escaparate de lo que podría lograrse en este polígono industrial. Algo así como el piso piloto de una nueva urbanización que pretende construirse.

La edil del Partido Popular pretende así que, una vez vistas las posibilidades de remodelación en Talleres Faro, el resto de las naves se animen para tratar de hacer lo mismo.

En cualquier caso, se sabe ya que la reestructuración de este polígono, que se ha quedado obsoleto y a años luz del recinto interior, no será fácil.

Para empezar, requiere acuerdos entre la gerencia de Zona Franca y las empresas que ocupan las naves, algunas de las cuales están subarrendadas y muy parceladas, es decir, que para llegar a una solución habrá que negociar con varias partes al mismo tiempo.

Además, habrá que tener espacios previstos para el realojo mientras duren las obras. Concretamente, se baraja la posibilidad de habilitar naves en el recinto interior, pero el equipo de Gobierno también ha pensado en otras alternativas, como en los terrenos vacantes de la antigua térmica, en Puntales. Allí se prevé crear un nido de empresas, según refleja el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en la antigua térmica, que podría servir para albergar a estas empresas mientras se prolonguen los trabajos.

Para la alcaldesa, la remodelación de Zona Franca es «de gran trascendencia», porque «es lo primero que te encuentras cuando llegas a la ciudad».

Además, reconoció que en la actualidad presenta un aspecto lamentable: no hay aceras, ni árboles, ni la iluminación adecuada.

Por si fuera poco, padece problemas relacionados con su diseño: falta de plazas de aparcamiento y sobre todo de viarios adecuados para camiones de gran tonelaje. Muchos empresarios y empleados se quejan además de la falta de limpieza y de recogida de basuras, lo que ha ocasionado no pocos conflictos ultimamente.

De hecho, el polígono ha dejado hace muchos años de ser sede de grandes empresas para transformarse en una zona de pequeñas y medianas industrias de servicios. En la actualidad, además de los numerosos negocios relacionados con los vehículos (talleres y concesionarios), hay almacenes de grandes supermercados, carpinterías y hasta oficinas. Por eso muchos se decantan por aprovechar esta futura remodelación para reorganizar por sectores el polígono.

Sin embargo, el equipo de Gobierno municipal es consciente de que alguna de estas empresas -como de hecho ya está sucediendo- pueden decidir trasladarse a otras zonas de la Bahía que les ofrezcan suelos más baratos, condiciones más ventajosas y un terreno mejor acondicionado. «Tenemos que hacer algo para que la pequeña y mediana industria no se vaya de Cádiz», admitió Teófila Martínez.

El convenio que van a firmar el Ayuntamiento y el consorcio de Zona Franca -previsto para finales de septiembre, contemplaría actuaciones en esta zona, con vistas sobre todo a remodelar algunos grandes locales para atraer nueva inversión al polígono exterior.