El eterno retorno, cada vez antes

Llega una a las rebajas de verano y se encuentra colgada ya la ropa de invierno, las maletas del cole, y no hay manera de conseguir bañadores, porque la gente los compró en enero. Para quienes todavía no hemos pisado la playa y las vacaciones nos parecen lejanísimas, es un horror ver cómo se acaba lo que no ha empezado. En las carreteras se pierde la perspectiva. No se sabe si la operación es salida o llegada. Lo único que no falla, que permanece ajeno a cambios y aceleraciones, es la caravana del puente. Esta semana ha sido espectacular, digna del Guinnes de los Récords, y se anuncian tiempos peores, con la obra del carril reversible. Y así, de momento, hasta 2010. Quejémonos al menos, no nos acostumbremos a la idea, aunque tengamos callo y calambres en el pie del acelerador.