El pontífice se detendrá a rezar en el metro de Jesús

La tragedia del metro de Valencia del pasado lunes, en el que murieron 42 personas, ha alterado lógicamente el programa de Benedicto XVI. Además de que se espera una pronta mención en sus discursos, seguramente ya en el primero que pronunciará nada más llegar en el aeropuerto de Manises, el itinerario previsto ha sido modificado. El Papa entrará en Valencia en su habitual vehículo descubierto y se desviará hasta la boca del metro de Jésús, donde tuvo lugar el accidente. Allí rezará con un grupo de representantes del Metro de Valencia y de los cuerpos que intervinieron en el rescate de las víctimas. En concreto, asistirán miembros de los Bomberos, Policía local, Policía Nacional, Cruz Roja, Protección Civil y de los equipos médicos de emergencias.

El acto, improvisado en la agenda y comunicado ayer por el Arzobispado, tendrá lugar al mediodía. Después, el Papa continuará con el programa fijado y tras visitar la catedral, acudirá a la basílica de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, donde encontrará a los obispos españoles y también rezará un responso con algunos de los familiares de los fallecidos en el siniestro. Tras comer en el Palacio Arzobispal, por la tarde recibirá a los Reyes y luego al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Cerrará la jornada con el encuentro multitudinario de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.