Vecinos de José Antonio se encierran en el Ayuntamiento «indignados» con el alcalde
Hernán Díaz no quiso admitir durante el Pleno que les había enviado a la Policía Local una semana antes en un acto contra el narcotráfico en el patio del Consistorio
Actualizado:El Pleno de ayer se alargó mucho más de lo esperado. La polémica llegó con el punto nueve por el que Izquierda Unida solicitaba al alcalde que pidiera disculpas a los vecinos de José Antonio, Los Milagros y a todos los miembros del Foro Social, por el incidente del pasado 26 de junio. Entonces, los vecinos fueron retenidos por la Policía Local en el Consistorio por haber organizado un acto contra el narcotráfico en el patio del Ayuntamiento, ante la negativa del primer edil de cederles el Salón Plenario, algo que, según los miembros del Foro, se había solicitado con anterioridad.
«Nos trataron como si fuéramos delincuentes. Usted dijo que se sintió agredido pero más agredidos nos sentimos nosotros cuando cada día los narcos pasan por encima de nuestros derechos». Una vecina de Los Milagros enmudecía el Pleno en su exposición ante toda la Corporación. Mercedes hablaba con voz temblorosa mientras sus compañeros levantaban pancartas en las que se reproducía cada uno de sus DNI. «No hace falta que nos los pidan, nosotros solos nos identificamos», manifestaba otro de los presentes, «indignado» por el episodio de hace una semana en la que agentes municipales les solicitaron la documentación.
Recriminación
Por su parte, Elias Py, de UGT y miembro del Foro, recriminaba a sus «compañeros socialistas» que no acudieran al acto reivindicativo en cuestión. «Estáis cerrando los ojos y mirando hacia otro lado», dijo.
«Pido disculpas a los afectados por entender que no fueron las directrices adecuadas», manifestó el alcalde bastante airado. Pero, aún así, el punto fue rechazado porque el primer edil no quiso que el Pleno se comprometiera a que la situación no se fuera a repetir «hasta no tener un informe sobre lo que ocurrió». Los vecinos, muy enfadados, comenzaron a vociferar sus protestas y a culpar a Díaz de «actitudes no democráticas» al enviarles a cuatro municipales a que les identificaran y les retuvieran en el Ayuntamiento.
De esta forma, los vecinos acordaron ocupar de forma pacífica el Salón de Plenos como acto de protesta. Así, a las cuatro de la tarde, armados de bocadillos y botellas de agua, tomaron la sala consistorial. Todo bajo el aviso del alcalde de que había dado orden de desalojar la sala y de que ellos mismos tendrían que «asumir las consecuencias».
Asimismo, los vecinos recluidos en el salón colocaron grandes pancartas en los balcones del Ayuntamiento. Sobre las cinco de la tarde, se presentaron varios guardias municipales que vetaron la entrada al edificio tanto a vecinos como a periodistas.
Finalmente, el desalojo no tuvo lugar y los vecinos pudieron quedarse en el Salón de Plenos hasta las 20.30 horas, para salir en dirección al parque Calderón donde tenía lugar otra concentración vecinal contra el tráfico de drogas existente en estas dos barriadas portuenses.