Arranca la fiesta anual del ritmo

Ya hubo un prólogo al mediodía, cuando todos los grupos llegados de otros países invitaron a bailar a dos centenares de personas alrededor del pequeño tablao instalado en la Glorieta Ingeniero La Cierva, pero fue al anochecer cuando el anual encuentro con el ritmo y el color tomó al asalto el resto de la ciudad de Cádiz.

Han pasado 24 años, los suficientes para que la sorpresa se convierta en una costumbre ritual que abre el calendario local de espectáculos. El Festival Internacional de Folklore Ciudad de Cádiz cumplió ayer con su cita y llenó el casco antiguo de miradas curiosas de niños y adultos.

El cortejo que forman anualmente los participantes sólo registró una baja, la de los representantes filipinos (que debieron actuar anoche) y finalmente no pudieron entrar en España por dificultades burocráticas con los visados. La organización anunció que un grupo folklórico procedente de Jaén sustituirá hoy a los asiáticos, que ya quedan al margen de la programación.

El resto de grupos participantes, hasta diez, cumplieron con el objetivo de irrumpir entre los gaditanos con ropajes, tonos y sonidos llegados de tres continentes distintos.

La comitiva, que arrancó poco antes de las 21 horas entre San Juan de Dios y San Antonio, quedó abierta por el grupo chino Wenzhou Song and Trouppe, una de las novedades del año. Tras sus miembros, los grupos Abriendo surcos (Argentina); Ballet Bafochi (Chile); Vesennye Zori (Rusia); Ballet de El Cairo (Egipto) y Los fronterizos (Argentina), acompañados de tres grupos gaditanos, los de Adolfo de Castro, Carmen Guerrero y Paca Briceño, cuyos integrantes cerraban el cortejo festivo. Al cierre de esta edición los miembros de Abriendo surcos, Bafochi, Adolfo de Castro y Carmen Guerrero actuaban en la sesión de apertura, en un Teatro de Verano José María Pemán que reunía más de media entrada.