Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizActualidad
Editorial

Gana el radicalismo

Actualizado:

La endémica maldición que se cierne sobre el proceso de paz en Oriente Próximo ha vuelto a cumplirse inexorablemente. Cuando un mínimo atisbo de normalización entre el presidente palestino, el moderado Mahmud Abbas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, parecía que podía cuajar tras el encuentro informal de ambos mandatarios en Jordania, la muerte de dos soldados y, sobre todo, el secuestro de un tercero, a manos de un grupo de comandos palestinos desató la implacable respuesta del Ejército hebreo. Ayer finalizó el plazo dado por los secuestradores para que el Gobierno israelí liberara a más de mil prisioneros, incluidos miembros del Ejecutivo palestino, a cambio de su entrega, sin que la labor de los mediadores, sobre todo Egipto, haya dado sus frutos.

El Gobierno de Israel adoptó desde el comienzo de la crisis la actitud oficial de no negociar absolutamente nada con Hamás, a la que considera una 'banda terrorista', y fiel a su cruda definición del Ejecutivo palestino capturó a docenas de altos cargos, incluidos muchos ministros y diputados de un Parlamento democráticamente elegido. Un proceder que daña la imagen de Tel Aviv ante la comunidad internacional y que pone en entredicho el difícil equilibrio que realiza la Unión Europea desde que Hamás ganó legítimamente las elecciones. De hecho, la dura reacción del Ejecutivo y el Ejército hebreos ha encontrado respuesta en el propio país, en sectores que, considerando prioritaria la liberación del joven soldado, admiten la vía negociadora, como ya se hizo en el pasado, y deploran unas actuaciones contrarias a cualquier intento de estabilización en la zona. Y lo cierto es que, con su ofensiva en Gaza, Israel no hace sino inclinar la balanza del lado de las opciones más radicales, entre las que el Gobierno de Haniye, sin ser en absoluto equiparable a la moderación del presidente Abbas, no es la más extremista del campo palestino. Una vez más, el conflicto más viejo del mundo vuelve a ser sacudido por la sinrazón.