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Resaca en forma de basura

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La euforia electoral ya es historia en la capital mexicana, pero queda una resaca que se traduce en toneladas de basura que el Gobierno del Distrito Federal ha empezado a recoger a marchas forzadas. 1.117 empleados municipales del DF, distribuidos en 306 brigadas, comenzaron a trabajar en la medianoche del domingo en la retirada de publicidades, carteles y pancartas que iban de lado a lado de las calles y que supuestamente tenían que recolectar también los partidos políticos.

Utilizaron 270 vehículos, entre camionetas, camiones y grúas. También estaban armados con palas, bastones de metal, botes, espátulas y escobas de mijo. Uno de los basureros resultó herido, con quemaduras de diversos grados en su cuerpo, por una descarga eléctrica recibida al retirar publicidad de un poste de la luz. José Pérez Castañeda, director de Limpia e Imagen Urbana de la Dirección General de Servicios Urbanos (DGSU), estimó que en once horas, ayudados por el cierre de un carril que les permitió trabajar con mayor comodidad, recolectaron 86 toneladas de basura, el 91% del total.

Los desechos se concentraron en depósitos especiales a la espera de que alguna planta procesadora los compre para reciclarlos o los cambie por botes de basura que permitan «dar la batalla todos los días en barrido manual, limpia de mobiliario urbano y jardinería, borrado de graffiti y la retirada de animales muertos y publicidad», dijo Pérez.

Ricardo Ruiz Suárez, secretario de gobierno del Ayuntamiento, cifró la cantidad de desperdicios electorales a recolectar en unas cien toneladas. En el diario 'La Jornada', señaló que esperan tener toda la basura retirada para el día 25, pero adelantó que a los partidos que no colaboren se les pasará una factura por el servicio. Ayer, se amplió el número de empleados que forman parte de la operación y se incluyeron 2.000 camiones más y otros 9.000 trabajadores.

Vertederos

La municipalidad agiliza esos trabajos porque si en temporadas normales los desperdicios podrían taponar los sistemas de drenaje, ahora que es época de lluvia y se producen habitualmente inundaciones las consecuencias podrían ser mucho peores. Además, también existe la posibilidad de que las basuras vayan a parar a vertederos clandestinos que favorecen la insalubridad. Una de las muchas trabajadoras que se aplicaba a despegar carteles de una pared se lamentaba ante una televisión latinoamericana de tener que trabajar sin saber quién era el ganador.