Corea del Norte responde a la presión internacional con un séptimo misil
Bush ha asegurado que Corea del Norte "se ha aislado más del mundo" con el lanzamiento de misiles
Actualizado:Corea del Norte ha lanzado desde anoche siete misiles, varios 'Scud' y uno de ellos intercontinental, que podría alcanzar las costas de Japón y de EEUU, lo que ha desatado una escalada de tensión en el este de Asia que pone en un callejón sin salida a las negociaciones nucleares con el cada vez más aislado régimen comunista.
La primera andanada de seis misiles llegó de madrugada y puso en alerta a todos los Gobiernos y mandos militares de la zona, sobre todo cuando se supo que entre los misiles disparados a primera hora por los norcoreanos había un Taepodong-2. Este misil de largo alcance es la pesadilla del Pentágono estadounidense, pues, según los expertos, tiene el radio de acción suficiente como para cruzar todo el Pacífico y caer en cualquier punto de la costa Oeste de Estados Unidos.
Fuentes militares norteamericanas y japonesas se han apresurado a anunciar el fracaso de esa prueba a los 40 segundos del lanzamiento, pero el efecto ya estaba logrado y Corea del Norte se apuntaba un tanto en la batalla propagandística, principal objetivo de estos test militares. El resto de misiles eran 'Scud', de origen soviético y alcance más limitado, y Rodong, de unos 1.300 kilómetros de radio, basados en la misma tecnología que los 'Scud' y capaces de asestar un hipotético golpe mortal en las principales ciudades niponas.
El lanzamiento masivo de misiles ha sido elegido por Corea del Norte en una fecha que no podía ser más significativa, pues, en el momento de las pruebas, en EEUU todavía era 4 de julio, conmemoración de su independencia. Según avanzaba el día con un caos de reacciones, condenas y ofensivas diplomáticas a la espera de un comunicado norcoreano, éste ha llegado de la forma más inesperada: el régimen comunista ha lanzado un séptimo misil que recordaba al mundo que su desafío no ha terminado.
Reacciones en EEUU, Japón y Corea del Sur
En su primera declaración sobre el asunto y tras reunirse con el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, en la Casa Blanca, el presidente de EEUU, George W. Bush ha subrayado que la prueba realizada por los norcoreanos no desvanece su deseo de resolver el problema del programa nuclear del país asiático pero que con ella Corea "se ha asilado más del mundo".
Además, los misiles norcoreanos han llevado, a iniciativa de Estados Unidos y Japón, a la convocatoria de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para examinar esta crisis y contemplar la posibilidad de imponer sanciones económicas al régimen comunista. La Casa Blanca ha sido contundente en su respuesta a Corea del Norte y su portavoz, Tony Snow, ha asegurado que el Gobierno de Bush "tomará todas las medidas necesarias" para proteger a Estados Unidos y a sus aliados de este tipo de amenazas. De cara a la reunión de la ONU, el embajador norteamericano en Tokio, Thomas Schieffer, ha hecho un llamamiento a la unidad de la comunidad internacional para hacer frente a la crisis. "Estados Unidos urge a sus aliados a hablar con una sola voz", ha dicho Schieffer, que ha subrayado la coordinación con Japón, con que el se "han mantenido consultas minuto a minuto".
Tras conocerse los lanzamientos, el Gobierno de Japón reunió a su Consejo de Seguridad Nacional y creó un Gabinete de crisis. " Corea del Norte no adquiere ninguna ventaja, ningún beneficio con estas acciones", ha dicho el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, después de que se confirmara el lanzamiento del séptimo misil. A la espera de que el Consejo de Seguridad de la ONU se pronunciara al respecto, Japón ha impuesto sus propias sanciones a Corea del Norte, entre las que incluye la prohibición de entrar en Japón a funcionarios norcoreanos y tripulaciones de barcos y aviones de Corea del Norte. El castigo se ha plasmado también en la prohibición al ferry de transporte norcoreano Mangyongbong-92, el único enlace marítimo para pasajeros entre Japón y Corea del Norte, de atracar en puertos japoneses en los próximos seis meses.
En Corea del Sur, el nerviosismo si cabe era mayor, pues el actual Gobierno del presidente Roh Moo-hyun ha hecho gala en los últimos meses de una tolerancia hacia Corea del Norte muy criticada en EEUU y Japón. Sin embargo, Seúl ha cerrado de golpe hoy esa página de distensión, ha puesto en alerta máxima a su ejército y ha lanzado una condena tajante al paso dado por Corea del Norte. "El lanzamiento de estos misiles empeorará las relaciones intercoreanas y contribuirá al aislamiento internacional de Corea del Norte", advirtie el mensaje oficial leído por Suh Choo-suk, secretario presidencial de Seguridad y Política Exterior. Según Suh, "Corea del Norte debe poner fin a tales actos de provocación y retornar inmediatamente a las conversaciones a seis bandas (sobre su programa de armas atómicas) y unirse a los esfuerzos internacionales sobre no proliferación nuclear".
La impresión en la región es que este lanzamiento masivo de misiles podría significar la estocada final a esas negociaciones nucleares entre las dos Coreas, Japón, China, Rusia y EEUU, ya estancadas desde noviembre pasado. Según la prensa nipona, las pruebas de los misiles podrían suponer un movimiento desesperado de Corea del Norte para inclinar a su favor esas negociaciones con el "as" del potencial militar, dado el escaso margen de maniobra de unos Estados Unidos atados de pies y manos por problemas tan insolubles como Irak o Irán.
La OTAN exige una "respuesta firme" a esta "acción provocativa"
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) condenó hoy el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte que consideró una "acción provocativa", que pone en riesgo la estabilidad regional y de todo el mundo y que "necesita una respuesta firme de la comunidad internacional". Los embajadores de los países aliados, reunidos hoy en el Consejo del Atlántico Norte (CAN), emitieron un comunicado en el que "condenan y lamentan" el lanzamiento de los misiles y aseguraron su apoyo a "los esfuerzos de la comunidad internacional para abordar este problema de forma amplia, incluido al Consejo de Seguridad de la ONU que se reunirá hoy".
Los delegados afirmaron que "esta acción solo aislará más a Corea del Norte de la comunidad internacional y perjudicará los intereses de su pueblo" y reclamaron a Pyongyang que "cese inmediatamente el desarrollo de misiles de alto alcance, reconfirme su moratoria de lanzamiento de misiones de alto alcance, acepte las directrices del Régimen de Control de Tecnología de Misiles y suscribir el Código de Conducta de La Haya contra la Proliferación de Misiles Balísticos". "Urgimos a la República Democrática Popular de Corea a que vuelva inmediatamente a las negociaciones de las seis partes sin precondicionales, para trabajar en aras de la aplicación expeditiva de la declaración de septiembre de 2005 -por la que renunció a los ensayos atómicos a cambio de ayuda humanitaria y energía- y a eliminar completa y verificablemente sus armas nucleares y programas relacionados".