TEMAS DEL DÍA

Laboratorios exigen que España permita el depósito privado

Unas 20 parejas gaditanas conservan las células madre de sus hijos en Bélgica

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La pauta que sigue el Ministerio de Sanidad para regular la donación y conservación de los cordones umbilicales no convence a los laboratorios privados que se dedican a este tipo de práctica. Quieren que la legislación sea menos restrictiva y permita a cualquier pareja dejar en depósito el cordón para un uso futuro y privado. De momento, esto no es posible en España. Sólo se permite la donación pública. El decreto que prepara el Gobierno central es una copia de la normativa europea sobre calidad de los tejidos pero, según algunos expertos, no incluye la posibilidad de bancos privados.

El director general de Crio Cord, Guillermo Muñoz, con 18 laboratorios en España y pionero en la técnica de conservación de cordones, ha mostrado su rechazo al decreto ministerial y lamenta que la única alternativa que deja el Gobierno sea la donación. Crio Cord tiene en depósito en Bélgica un millar de cordones de recién nacidos españoles, de los que una veintena pertenecen a parejas de Cádiz. En su opinión, se está regulando una situación que impide la opción de depositar para uso privado este tipo de células.

El tejido en cuestión tiene una vida de unos quince años y se congela a 196 grados bajo cero. Guillermo Muñoz reconoce que el perfil de parejas que optan a depositar el cordón de su hijo son personas de clase media alta, bien informadas y, en algunos casos, con precedentes familiares con leucemias o linfomas.

Crio Cord es una de las principales empresas españolas que ofrecen servicios de conservación de células madre procedentes de cordón umbilical. El precio del mantenimiento de la sangre durante quince años ronda los 14.000 euros.

Compatibilidad

Una de las ventajas que, según los laboratorios privados, presenta esta práctica es que las células son 100% compatibles con el propio niño y tienen una alta probabilidad de serlo con sus hermanos. Su utilización en trasplantes de médula ósea minimizaría, por tanto, los riesgos de un rechazo inmunológico. Ésta es la causa más frecuente de fracaso en las operaciones de trasplante de médula, donde se necesita que exista una total compatibilidad entre el donante y el receptor.

A pesar de ello, numerosos expertos han levantado su voz para alertar de que esta práctica, de momento, carece de base científica. Una de sus principales limitaciones es que sólo se puede garantizar la conservación de las células por un periodo de veinte años.