El enésimo acto de desunión
Actualizado:Los presupuestos participativos constituyen la enésima excusa que justifica la constante tensión de la coalición PSOE-PSA que ha convertido en carne de titular casi toda acción de gobierno casi desde la misma rúbrica del pacto de Jerez. Aunque no tenga la repercusión mediática de Ikea, el Circuito o el plan de refinanciación, los presupuestos participativos encierran una lucha soterrada por el reparto de los fondos municipales entre el movimiento vecinal de la ciudad, al que muchos acusan de estar excesivamente marcado por las siglas políticas. La cuestión no es baladí precisamente cuando se avecina una de las campañas electorales más reñidas de la historia democrática de Jerez, después de una legislatura caracterizada por la bronca y el baile de siglas en la Alcaldía. No es de extrañar así que surjan como hongos préstamos multimillonarios o lemas como «Tu barrio, nuestro centro». Las elecciones se ganan en las distancias cortas y los socios lo saben. Pasen y vean. Es la guerra.