No
Actualizado:A mi amiga Merillou la llamaron el otro día de un antiguo trabajo para ofrecerle un contrato de dos meses, julio y agosto, con posibilidades, dicen, de renovación en septiembre. Buen horario y bien pagado, más o menos. El único problema es que tendría que abandonar el sitio en el que está currando actualmente, en el que tiene contrato, ¿oh, maravilla!, hasta enero. Es cierto que no está muy contenta con su trabajo actual y que, al fin y al cabo, tarde o temprano la van a poner en la calle. Pero al menos tiene garantizadas unas vacaciones en agosto. Y, además, sabe que la oferta esa de posible prorrogación de contrato en septiembre es un puro camelo, que lo que va a hacer es una simple sustitución para que una persona con contrato indefinido pueda irse de vacaciones. ¿No tienen cara ustedes, señores empresarios!
A Charo, otra amiga de Chiclana residente en Sevilla, actriz, le llega una proposición de trabajo realmente indecente, también para el verano, en ese maravilloso parque temático hispalense, Isla Mágica, conocido en el argot del mundillo como Isla Trágica. Se trata de, nuevamente, una sustitución que consistiría en hacer unos cuantos pases al día del espectáculo durante los meses de agosto y septiembre (¿en Sevilla!), a cambio de unos 500 euros... Y cuando ella dice que es poco le contestan, of course, con la frase recurrente: «Hay posibilidades de renovación de contrato».
Pues no, señores, la respuesta es no. Métanse sus trabajos indignos por donde les quepa, hablen después de que la gente no quiere trabajar, digan lo que quieran. Nosotros, los que decimos que «no», recogemos como podemos el orgullo que nos queda y nos damos la vuelta, les damos la espalda. Intentaremos pasar este verano como Dios provea, enganchando como sea unos eurillos para una cervecita, suspirando con cierta ansiedad ante ese futuro que definitivamente no es un camino de rosas.
Pero, al menos, sabremos que no les vamos a arreglar a ustedes la papeleta un verano más a cambio de nada, que no vamos a contribuir a que ustedes sigan engordando y engordando sus carteras a costa de nuestra dignidad.