Cádiz, sin la gracia de un Aragonés

Dos gaditanos y un Aragonés en el Mundial. El segundo al mando y el par obedeciendo. Juanito y Joaquín llegaron a Alemania como parte del equipaje trasero y no pudieron cambiar su papel secundario pese a sus esfuerzos.

El seleccionador español tenía una línea defensiva muy bien definida (excepto por el flanco izquierdo) y la muralla Puyol-Pablo, segura hasta francia, no pudo ser superada por el de la capital. El técnico también había apostado por un esquema novedoso y sin bandas y la profundidad y el desborde del portuense sólo se disfrutaron en las segundas partes.

Únicamente el trivial partido ante Arabia Saudí, sin nada en juego y con el equipo de los suplentes, posibilitó ver de inicio a estos dos gaditanos a los que no se le concedió su oportunidad.

Después de haber sido titular indiscutible durante toda la fase de clasificación, su mala temporada en el Betis (que no ayudó en aboluto) estuvo a punto de dejar a Joaquín dentro de la lista de 23 expedicionarios que partieron hacia Kamen. Pero Luis Aragonés siempre ha confiado en este futbolista «diferente», como él mismo dice, que puede decidir un partido en el que no haya espacios.

Apagafuegos

Desaprovechó su oportunidad en los tres encuentros de preparación y fue condenado al banquillo, incluso con las protestas del propio portuense que se sentía infravalorado y atacado por la prensa.

Tuvo que conformarse con ser un mero espectador en el debut frente a Ucrania, pero cuando las cosas vinieron mal dadas el seleccionador se vio obligado a echar mano de sus servicios. Entró en la segunda parte cuando España perdía ante Túnez y revolucionó el ataque junto a Raúl y Cesc. Remontada y a octavos.

En el soporífero duelo con los sauditas, Joaquín fue de los pocos que se salvaron con una buena primera mitad, si bien bajó de intensidad tras el descanso. Nada cambiaba y el de El Puerto seguiría siendo el desatascador de Aragonés, como demostró ante Francia sacándolo tras el descanso. Bastantes minutos pero en los momentos más difíciles y comprometidos que aún así no restaron ni un ápice a la buena actuación de Joaquín, si bien estuvo lejos de su gran actuación en Corea hace cuatro años.

Sin oportunidades

La historia de Juanito el breve en el Mundial 2006 es mucho más irritante. Es más difícil mover piezas en el eje de la zaga y el gaditano vivió siempre a la sombra de Puyol y Pablo. No obstante, se desquitó con un buen partido ante Arabia, en el que fue el mejor y además marcó el gol de la victoria tras un medido centro de José Antonio Reyes. Era el central con más gol de la selección sobre todo por su poderoso juego aéreo, lo que se echó en falta en el duelo ante Francia.

La selección española ha fracasado pues ni siquiera ha podido llegar a los malditos cuartos de final. Los gaditanos al menos pueden excusarse y sentirse unos incomprendidos pues no disfrutaron de la confianza de Aragonés. Joaquín puede sentirse afortunado pues sus 24 años le permiten afrontar el futuro con optimismo. Si sigue a este nivel estará en la Eurocopa de Suiza y el Mundial de Sudáfrica, donde habrá alcanzado la madurez. Juanito, que en breve cumplirá 30 años, sueña con llegar al campeonato europeo pues el africano le queda más que lejos.

Curioso, Joaquín se fue de Corea fallando un penalti que costó la eliminación pero aún así con mejor sabor de boca. Juanito ni siquiera pudo tener esa posibilidad.