«Mi escuela es la improvisación»
El cómico italiano estrena en España 'El tigre y la nieve'
Actualizado:Poco queda del huracán Roberto Benigni que, literalmente, saltó al escenario del Dorothy Chandler Pavilion para recoger los tres Oscar que en 1999 ganó con La vida es bella. Omnipresente y so-breactuado en la gran pantalla, un educado, atento y listo Roberto Benigni apareció ayer en Ma-drid para promocionar El tigre y la nieve, cinta con la que vuelve a pisar el camino que le dio la gloria y tres eunucos dorados.
El menudo actor, director, guionista y productor italiano viajó a nuestro país con la actriz de su nueva cinta, Nicoletta Braschi, su mujer, para hablar de esta fábula sobre un poeta que sigue a su amada hasta un Irak en guerra que el próximo 7 de julio se exhibirá en 170 pantallas nacionales. Benigni, que a pesar de los calores lució un elegante traje oscuro sin corbata, dejó en casa su galería de gestos e histriónicas intervenciones -sólo le delataron los aspavientos con las manos-, pero no su simpatía y entusiasmo al hablar de la profesión.
Muy medido con las bromas, esta estrella cómica al que en España no vimos con la nariz de Pinocho ha sido fiel a su estilo con este cuento sobre un poeta romano enamorado de una escritora que se va a Irak para redactar la biografía de un famoso poeta local. En esta historia de amor y poesía en tiempos de guerra también participan Jean Reno y Tom Waits, de quien se hizo amigo en el filme Bajo el peso de la ley, que aquí interpreta la canción You Can Never Hold Back Spring.
Consciente de que las comparaciones son inevitables, Benigni dice que La vida es bella hablaba del holocausto, «de la más trágica de todas las guerras, y ésta de un conflicto muy presente. Cuando estalló la guerra de Irak pensé que todos hablarían de este conflicto, que se harían muchas películas. En mi caso no fue un deber, sino una necesidad porque fue la guerra la que me escogió a mí. Los horrores están ahí, hay que mirarlos a la cara y no fingir que no existen», explica este profesional en quien Almodóvar se inspiró para escribir el papel del enfermero Benigno en Hable con ella. Con alma de payaso, Benigni hace un tipo de interpretación que, guste o no, es muy personal. «Uno tiene su estilo. Mis personajes siempre son los mismos, son hombres vivos, enamorados y libres. Son personajes empujados por la pasión, que es el sentimiento más revolucionario que existe. Pero yo no soy como los papeles que interpreto, y Woody Allen tampoco, aunque pensemos que él es como los hombres que encarna en pantalla. Estaría enfermo si me estuviera representando a mi mismo», declara. Bertolucci, Costa Gravas, Ferreri, Zampa, Jim Jarmusch, Fellini y Blake Edwards, entre otros, han dado órdenes a este cómico italiano que confiesa estar enamorado del protagonista de El tigre y la nieve, en la que ha seguido una estructura de cuento.
«Es como cuando el príncipe besa a la bella durmiente para salvarla. Es una historia romántica y también valiente porque habla de una guerra sobre la que no hay distancia. Es una historia de amor, sentimiento que lo mueve todo y marca todos mis trabajos. No he hecho un documental y tampoco un largometraje ideológico porque no va a la cabeza, sino al corazón», avisa este autor, que, confiesa, no se ha inventado nada.
«Los cuentos de amor y guerra son muy antiguos. He combinado el amor con lo lírico, trágico y cómico. El tema de la película es el valor que tiene una vida y como la despreciamos. Para mí no hay diferencia entre un muerto o mil. No podemos elegir nuestro destino, pero si el sentido que queremos dar a nuestra existencia», relata este actor enamorado de ese poeta italiano «que hace de su vida una poesía», añade.