Rafael Gómez, de cabrero a promotor y dueño de Tívoli
El empresario, detenido dentro de la 'operación Malaya', es dueño del hospital Xanit y de una conocida firma de relojes
Actualizado: GuardarHumilde, cercano, afable, impulsivo, trabajador incansable, forofo del fútbol y gran amigo de sus amigos. Así es Rafael Sánchez Gómez según el relato de sus conocidos. Un empresario multimillonario que puede presumir de haber construido un imperio desde cero. Nacido en la barriada cordobesa de Cañero, hace ahora 61 años, este hombre de negocios hizo sus primeros pinitos en el mundo laboral vendiendo pavos en su localidad natal donde, según cuentan, ejerció como cabrero hasta los 14 años. Poco más tarde, Gómez cruzó la frontera para trabajar en la vendimia francesa. De regreso a su tierra, metió cabeza en el gremio de la joyería en el que comenzó trabajando para terceros, hasta que decidió tirarse de cabeza a la piscina empresarial y montar un pequeño taller junto a su mujer.
Hoy, aquel emprendedor principiante encabeza el listado de los hombres más ricos y populares de Córdoba gracias a un holding empresarial que lleva su nombre y da trabajo a varios cientos de personas. Muchas de ellas, en la Costa del Sol, una zona «que adora», subrayan miembros de su entorno. Y es que es precisamente en Fuengirola donde este cordobés desconecta cada verano del mundo y recarga energías para llevar las riendas de su grupo empresarial, que tiene como principal enseña a la constructora y promotora Arenal 2000. En la actualidad, esta firma tiene una decena de urbanizaciones proyectadas en la provincia, que permitirán la creación de más de 5.000 viviendas.
Pero los negocios de Gómez no se limitan al ámbito residencial. Desde noviembre de 2004, este hombre ambicioso y arriesgado dirige el parque de atracciones Tivoli World. Además, Gómez es propietario del hospital Xanit de Benalmádena, de la firma de relojes Paul Versan y de una línea de joyería que lleva su nombre.
De apodo, Sandokán
Apodado Sandokán por su frondosa cabellera gris, Rafael Gómez reside en una espectacular mansión que reproduce la Casa Blanca. Sus jardines están presididos por una gran estatua de San Rafael que lleva su cara.
Hombre de familia, Rafael Gómez está casado y tiene cuatro hijos, a quienes ha inculcado su amor por los negocios. Todos sus descendientes trabajan hoy día en su holding, donde Sandokán, según comentan, se considera hermano de la mayoría de sus empleados. Un sentimiento que debe ser mutuo si se tiene en cuenta que los defensores de Gómez, a veces criticado por su gestión en determinados círculos empresariales, se cuentan por miles. De hecho, en más de una ocasión, su plantilla ha salido a la calle con pancartas para mostrarle su apoyo ante situaciones complicadas.
La última de ellas, la del caso Colecor. Esto es, la construcción, por parte de Arenal 2000, de tres naves sin licencia en Córdoba. Este asunto le ha valido recientemente a Gómez una multa de 24 millones de euros.
Polémicas torres
También está siendo polémica la construcción en San Fernando de las torres de la Casería, que han generado las protestas de ecologistas y cuya paralización ha sido solicitada por la Junta de Andalucía, que incluso ha recurrido a los tribunales, mientras que el Ayuntamiento isleño defiende a capa y espada su edificación.
Y es que en los últimos meses, la suerte parece haberle dado la espalda a este empresario (en cuyo currículum figura la presidencia del Córdoba CF). En mayo, Los Verdes solicitaron que la operación desarrollada contra la corrupción en Marbella se extendiera a Córdoba. Entonces, Francisco Garrido (único representante de Los Verdes en el Congreso de los Diputados), afirmó que «el alcalde de Córdoba es Arenal 2002» y denunció supuestos tratos de favor del Consistorio hacia Gómez en materia urbanística. Ayer, fue una nueva fecha negra para Sandokán.