DE RODILLAS. Varias personas rinden respeto al paso del Santísimo Sacramento. / JORGE GARRIDO
Jerez

Brillante Corpus de Minerva

El cambio de itinerario de la procesión permitió un mayor lucimiento del cortejo por las calles de San Miguel

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Eran poco más de las diez de la mañana cuando la portentosa cruz de guía de plata de ley de la Hermandad Sacramental del Santo Crucifijo de la Salud se paraba en mitad del dintel de su sede canónica, la parroquia de San Miguel. En la calle, numerosos vecinos esperando la procesión con el Santísimo Sacramento, cansados por la larga noche de montaje de alfombras de viruta teñida y de altares, pero satisfechos porque un año más estaba todo preparado para una de las procesiones con mayor sabor de la ciudad.

Tras la solemne misa que celebró el director espiritual y párroco de la hermandad, don Ángel Romero Castellano, la procesión salió con el recorrido a la inversa de años anteriores, lo que permitió un mayor lucimiento por las calles Caballeros y San Miguel de recogida. Tras los estandartes marianos de la cofradía, todo un ejemplo de devoción a la Madre de Dios por parte de esta hermandad. Salió la Virgen de los Reyes entre astromelias y anturiums, y con Julián Cerdán que volvía tras el impás del año anterior. Con la marcha Virgen de los Reyes, y bajo el mando de Antonio García Falla, el paso fue poco a poco buscando Berrocalas para encontrarse con su barrio.

Un pequeño percance del párroco al bajar del presbiterio provocó un ligero retraso que la cofradía supo corregir, y la Custodia de Laureano de Pina salía media hora más tarde precedida de todas las corporaciones sacramentales de la ciudad y de la Hermandad de las Angustias.

Con el himno nacional, la banda de Sanlúcar la Mayor se estrenaba en el acompañamiento del Santísimo, y rayó a gran nivel durante toda la mañana. Una vez metidos en el barrio, el transcurso de la cofradía por las calles Pollo y Santa Clara fue uno de los momentos más especiales de toda la procesión. Alfombras, carteles, cuadros, altares y engalanaduras recibieron al Santísimo Sacramento un año más, convirtiendo la Minerva en una de las procesiones más importantes y con más gusto de todo el curso.

Y si preciosa estuvo la salida, la vuelta con la cofradía completa por Caballeros y San Miguel estuvo impresionante. Con un orden prácticamente impecable, ambos pasos fueron poco a poco avanzando y ganando parte del tiempo perdido, mientras que al paso por la casa de hermandad, sonó Coronación de la Macarena dos veces, todo un lujo en las cornetas de la fantástica banda sanluqueña.

Tras la procesión, la bendición solemne con el Santísimo y el agradecimiento del párroco a todos los estamentos que hacen posible cada año que la Minerva sea un punto obligado de asistencia para todos los cofrades de la ciudad. Y este año más si cabe gracias al exquisito comportamiento de ambas bandas y a las novedades que presentó la Junta de Gobierno, como el exorno floral de la Virgen de los Reyes, fantástica y diferente a años pasados, y el cambio de recorrido, que ha sido un acierto total para poder disfrutar con mayor holgura de una procesión breve con mucho sabor, corta pero intensa hasta el final, y en la que el centro de todo es el Santísimo Sacramento. Es la fiesta del Corpus chico, la fiesta de la Minerva.