«A España le falta un Zidane»
Los jugadores franceses, reconciliados con sus aficionados, confían en el regreso de su capitán contra España
Actualizado:«España tiene jugadores técnicos pero les falta un Zidane». El defensa Eric Abidal se erigió ayer en portavoz 'bleu' para subrayar la ausencia, entre los selecccionados por Luis Aragonés, de un líder consagrado en la estirpe de los superclase, como factor decisivo en el choque de octavos del martes en Hannover. Sancionado al igual que 'Zizou' en el partido anterior contra Togo, el zaguero del Lyón es muy probable que recupere la titularidad en el lateral izquierdo ante el bajo rendimiento ofrecido por Mikaël Silvestre, su sustituto interino.
Francia celebró por la mañana un entrenamiento abierto a público y prensa en el Weserbergland Stadion de Hamelín que fue, ante todo, una operación de relaciones públicas y de cicatrización de recientes heridas con la afición. Endiosados en un divismo ridículo, los jugadores franceses se habían ganado las iras de la fiel hinchada con desaires y desplantes repetidos durante la concentración que culminaron al término del partido frente a Corea cuando no se dignaron saludar a sus seguidores. Alguien, tal vez el 'preparador mental' contratado por Raymond Domenech, ha debido explicarles que no hay nada más cruel que negar el autógrafo a un niño.
Lo cierto es que ayer los 'bleus' casi se pasaron más rato estampando la firma en todo tipo de soportes que en una pachanga de apenas 50 minutos. Los mayores sudores afloraron en cuatro partidas simultáneas de balón-tenis bajo la atenta mirada de un lugareño ataviado como el flautista de Hamelín, aquel personaje local que dejó el pueblo sin ratas y luego sin críos porque no le pagaron el primer empleo. Apenas un millar de espectadores acudieron a la cita en una soleada mañana dominical, muy lejos de las 9.000 personas reunidas por los franceses en su primer entrenamiento celebrado con las puertas abiertas en estos lares.
El ejercicio, ayuno de partidillo, no sirvió para dar pistas sobre los planes de Domenech, sumido en la duda de conservar el 4-4-2 con el tándem Henry-Trezeguet en punta pese al probable regreso de Zidane, principal valedor de una fórmula en la que no ha participado. «La vuelta de 'Zizou' será decisiva pues estaba frustrado por no jugar contra Togo», comentó Abidal, que presenció ese partido por televisión en los vestuarios en compañía de su capitán degradado. «Es un ganador, se ve en el entrenamiento. Se nota que está más determinado que los demás porque en su ánimo está el fin de su carrera y quiere acabarla con una buena nota», observó.
La anécdota
La anécdota de la jornada estuvo causada por una homonimia. Alou Diarra compareció en la sala de prensa minutos después de que los teletipos escupieran la noticia del compromiso adquirido por el internacional maliense Mahamadou Diarra con un candidato a la presidencia del Real Madrid. «Sería una gran experiencia para mí jugar en la Liga. Es un campeonato que sigo mucho y que me gusta. Hay más goles que en Francia y es más excitante», dijo el Diarra equivocado en respuesta a una pregunta provocada por el malentendido. Buen vendedor de sí mismo, el centrocampista del Lens enfatizó que su papel en el campo está muy próximo al desempeñado por Claude Makele, el añorado cierre 'merengue'.