Rincón demuestra su arte y El Fandi brilla en banderillas en la Feria de Algeciras

Primer día en el que se anuncian las figuras y mayor asistencia de público.

El burel que rompía plaza acusó enseguida un defecto en los cuartos traseros, que se agudizo tras recibir un puyazo por lo que el señor presidente lo envió a los corrales sacando el pañuelo verde. Colorado de 450 kilos el sobrero de nombre Campanillero. En Núñez su comportamiento, abanto y enterándose de todo. Buen puyazo de Leiro y probatura con lances a pies juntos de las condiciones del toro por parte de Rincón. Tenía mucho que torear el de Alcurrucén, y a base de pundonor y raza, el colombiano, que le bajó la mano y le obligó con maestría, sacó excelentes muletazos por ambos pitones. Se confió, y sufrió un achuchón al rematar una serie con el de pecho. En la suerte contraria, estocada hasta los gavilanes que le sirve para cortar la primera oreja de la tarde. Guitarra de nombre el segundo de Rincón que se hizo aplaudir con el capote.

Por tres veces llevaron el toro al caballo. Peligro en el tercio de banderillas por las condiciones del toro. Brusco y con malas intenciones, obligó a Rincón a emplearse con prudencia. Buscaba al torero por lo que fue imposible el lucimiento en su lidia. Dificultades a la hora de entrar a matar matar.

El presidente le envió un recado y el colombiano recibió las palmas de los aficionados que vieron inmediatamente las malas condiciones del toro.

Cal y arena

Trasero y largo puyazo, que el público protestó, a este primer toro de El Juli, al que el madrileño se limitó a probar con el capote. Distraído y esperando, el comportamiento del burel en el tercio de banderillas. Juli, que venía de triunfar en Badajoz contra viento y marea, se salió con su enemigo a los medios para no darle ventajas, pero, enseguida, volvió entre las rayas de picar obligado por el viento. El toro medio tomaba la muleta, sin hu-millar y saliéndose de la suerte, por lo que el matador, entre las protesta y pitos del público, macheteó por la cara para preparar la muerte del cuatreño, lo logró al segundo intento con una estocada de efecto fulminante. Bronca de la mayoría del publico para Julián.

En su segundo poco se vio en los dos primeros tercios. No parecía que la cosa iba a mejorar con la muleta, pero Julián le cogió la distancia adecuada para con su poderío hacerlo seguir la muleta al ritmo que él le impuso, aunque salía con la cara alta. Esta vez el madrileño estuvo en Juli y enseguida los aficionados algecireño se entregaron al buen toreo que se estaba ejecutando en el albero de su plaza. Derechazos con cadencia y buen son y naturales de gran relajación con los aplausos del respetable. Más tarde se fue detrás de la espada y cobró y cobró una gran estocada que acabó con la vida de su segundo enemigo. Fuerte petición de trofeos por parte de los tendidos, y negativa respuesta del presidente. El Juli tuvo que salir a saludar al tercio y el presidente se llevó la segunda bronca de la feria. Habrá que repasar el nuevo reglamento de Andalucía.

La 'fandimanía'

Los partidarios del torero de Granada, aplaudieron con fuerza el saludo capotero a su enemigo, de nombre Rompecalles. Tras la simulación de la suerte de varas, llegó la fandimanía y el espectáculo en el tercio de banderillas. La locura colectiva. Se le aplaude hasta cuando corre a situarse en el lugar del cite de la suerte. Luego la colocación de los rahiletes importa menos. Larga faena de muleta con pases, digo pases, de todas las marcas. Pero sí es verdad que aunque su toreo carece de duende y temple, su porfía, entrega y conexión con los tendidos le da su estar en el toreo un mérito extraordinario. !Bienvenido Fandi¿

Perdió los trofeos por el mal uso de los aceros. También permitió que se le pegase en el caballo al que cerraba el festejo, cosa que le reprochó el público,

No se pudo lucir en el quite. Y de nuevo la espectacularidad a la hora de clavar las banderillas. Esta vez el toro le acude con presteza y aunque de nuevo la colocación deja mucho que desear, su poderío en la carrera y esas facultades tan portentosas que atesora ponen en pié a sus incondicionales. Ovación cerrada y gritos de torero, torero de los tendidos, que sin embargo esta vez no le pidieron un cuarto par.

Se fue a la solanera, aunque ya era noche cerrada. Una vez más su disposición y ganas de agradar le permitió pasarse al toro por la faja tanto en redondos como con la zurda, sonó la banda a petición del público para acompañar el trasteo del granadino. Mete y saca en el primer encuentro y estocada en el segundo.