ESPERA. Martínez Camino, ayer tras la reunión. / EFE
ESPAÑA

Los obispos aplazan el texto para pronunciarse sobre la unidad de España

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«Vísteme despacio, que tengo prisa». La plenaria extraordinaria de los obispos aplazó su declaración sobre la unidad de España, aunque de forma tibia y en el marco de la situación sociopolítica actual, para mejor ocasión. El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, tiró de refranero para evidenciar que el análisis de la situación de España y los problemas que acucian al país, siempre desde un prisma religioso y moral, no se va a soslayar, si bien requiere su tempo y procedimiento oportunos.

La montaña parió un ratón. No hubo un texto específico, como estaba previsto, ni tampoco un documento pastoral sobre la unidad de España o los otros aspectos abordados sobre la situación «religiosa, cultura, social y política». El Episcopado salió del paso con una escueta «nota final» en la que expresa sus prioridades. Y entre ellas figura la elaboración, en un plazo que se estima breve, de una instrucción pastoral donde se abordarán las «grandes cuestiones» que preocupan a la Iglesia.

Sin discrepancias

Si en algo se esforzó el portavoz fue en evidenciar que entre los prelados no hay discrepancias. Si acaso, diferencias, pero siempre remachando que «el Episcopado español pocas veces ha estado tan unido». Para demostrarlo, no dudó en dar a conocer el resultado de la votación, gesto escasamente habitual. De los 64 obispos, 50 se pronunciaron a favor de elaborar una pastoral sobre la situación de España y nueve votaron en contra. Se registraron tres abstenciones y dos votos nulos. En román paladino, un 78% se mostró partidario de expresar en una instrucción pastoral con peso específico los desafíos y las «grandes cuestiones que suscitan particular preocupación».

Las expectativas creadas se vieron, de algún modo, defraudadas, pero Martínez Camino insinuó que la iglesia no está por la labor de mirar a otro lado. Es más, iluminará a los cristianos con un «documento doctrinal de peso, en el que no va a quedar nada fuera». ¿Apareció el asunto de la unidad de España? Por supuesto, admitió el portavoz. Y, sin duda, figurará en la instrucción en la que se comenzará a trabajar, si bien no de manera específica. ¿Cómo? «Desde el punto de vista moral, no político».