La Iglesia bendice el balón
Cientos de templos católicos y protestantes alemanes instalan pantallas de televisión para que los feligreses sigan las andanzas del equipo nacional
Actualizado:«¿Dejad que los aficionados vengan a mí!». La frase que exhibe un enorme letrero a la entrada de la Iglesia Kaiser Wilhelm, en Berlín, parece sacada de la Biblia. Aunque no es una copia fiel de las palabras de Jesús, cuenta con la bendición de la Iglesia Protestante alemana, que decidió transformar la solemnidad de sus templos en salas casi paganas donde los feligreses pueden aplaudir los goles de Alemania.
«La vida sin Dios es como el fútbol sin un balón», afirma el pastor Heinen, al defender la inédita campaña emprendida por la Iglesia Protestante para impedir que el rebaño, contagiado por la fiebre futbolista, se aleje de los templos.
En medio de los preparativos para la gran fiesta deportiva, las dos iglesias más importantes del país se dieron cuenta de que el fútbol les ofrecía un regalo casi divino para recuperar el rebaño perdido. Sólo un 15% de los 24 millones de católicos alemanes visita regularmente los templos, y la tendencia es a la baja. La situación en la Iglesia Protestante es peor. De un total de 26 millones de miembros, solo un 4% acude a los servicios religiosos
Así las cosas, la iglesia Kaiser Wilhelm y otros cien templos de Berlín y alrededores lanzaron una página de Internet (www.kickoff-berlin.de) que ofrece una lista de los templos que han instalado pantallas gigantes de televisión. Pronto, la Iglesia Católica abrió otra dirección (kirche-am-ball.de) para invitar a los fieles a ver los partidos en los templos de todo el país. La iniciativa fue apadrinada por el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, cardenal Joseph Lehmann, quien pidió la bendición divina para la buena marcha del torneo. La iglesia Protestante fue un poco más lejos: «Las plegarias son escuchadas por Dios. Podemos orar para que Ballack, Lehmann, Schweinsteiger y demás tengan éxito», comentó Nikolaus Schneider, del Consejo de la Iglesia Evangélica. Eso sí, puntualizó, «Dios nos escucha, pero eso no significa que Él haga realidad nuestros deseos».
«Mucho en común»
La proximidad del Mundial impulsó a las autoridades eclesiásticas a buscar un mensaje que pudiera resaltar las similitudes entre el fútbol y la religión. «El fútbol y la religión tienen mucho en común. Muchos jóvenes han deificado a sus jugadores preferidos. A Odonkor le llaman el delantero divino después del Alemania-Polonia». Hoy, el pastor Garbisch esperará impaciente el partido, convencido de que su iglesia volverá a estar repleta. No sucederá lo mismo en la catedral de Colonia, que ha suspendido el servicio religioso de la tarde pues coincide con el encuentro.