30.000 kilos de mudanza
Los equipos despliegan una amplia operación logística para desplazarse de Europa a América
Actualizado: GuardarA las diez de la mañana en punto, como un clavo ante la pantalla, Fernando Alonso toma posiciones delante del televisor junto a la colonia de periodistas españoles. Juega la selección, y a este lado del mundo, circuito Gilles Villeneuve, una isla al lado del Casino de Montreal, ciudad mestiza, entusiasta, marchosa, nadie se quiere perder el partido. No falta detalle en el campamento de Renault. El canal TSN en la tele, las galletas con pepitas de chocolate, el café italiano, los tapones amarillos Mild Seven, el personal uniformado de azul Renault. Lo de siempre, salvo los camiones-vivienda. Estamos en América, desplazamiento de altura. Para que Alonso y los periodistas puedan ver el encuentro, Renault y el resto de escuderías montan una mudanza transoceánica de 30.000 kilos.
La escuadra de Briatore desplaza esa cifra en el transporte de Europa a Canadá y tránsito posterior a Estados Unidos. Y lo mismo hicieron a principio de temporada, en Bahrein, Malasia o Australia. Y lo mismo sucederá en China o Japón. Por esas cifras se mueven los demás en un calibrado estudio que llevan realizando durante años. Aunque todo es negocio en la Fórmula 1, de dinero no se habla en el paddock. Aunque suena a cantidad el montante de la operación. Para llegar en condiciones de habitabilidad a Canadá, los equipos trasladan el material una semana antes de la carrera. En avión viajan los monoplazas, los chasis, los neumáticos, los instrumentos necesarios para el box y cientos de artículos más.
Los coches de F-1 se embalan como si fueran cristal de bohemia con la etiqueta de «muy frágil». Se empaquetan en contenedores construidos a medida, se mueven por los aeropuertos remolcados por los operarios como si fueran maletas de viajeros y se introducen en el almacén del avión.
El problema siempre deriva de la gasolina. Su transporte resulta peliagudo porque sólo se puede enviar por mar, en barcos previamente contratados. Lisa Lilley, doctora en ingeniería química por la Universidad de Sheffield, jefa técnica de Ferrari, explica que los 6.000 litros de combustible que Shell traslada por mar a Canadá para proveer a Ferrari, Red Bull y Toro Rosso (todos montan motores de la escudería de Maranello) son el elemento más peligroso de la mudanza. En Europa la gasolina sobrante de un Gran Premio siempre se devuelve a la fábrica central de Shell en Inglaterra.
Rubika, el mejor
En lo estrictamente deportivo, ayer se celebró la primera sesión de entrenamientos libres para el Gran Premio de Canadá y el polaco Robert Kubica, piloto de pruebas del equipo BMW Sauber, ha marcado el mejor tiempo Por su parte, Alonso se limitó a dar un par de vueltas, sin pasar por la línea de meta y a un ritmo y bajo, sólo para comprobar que todos los sistemas electrónicos de su R26 funcionan correctamente.