El Reina Sofía exhibe el universo creativo de Manolo Valdés en los últimos 25 años
Actualizado: GuardarLa fiebre creadora del valenciano Manolo Valdés, de 63 años, sigue sorprendiendo a todos los aficionados al arte. Incluso a los que han seguido sus pasos desde que fundara, allá en 1964 -junto con Joan Toledo y Rafael Solbes-, el Equipo Crónica. Desde la explosión de texturas y colores de sus andrajosas arpilleras hasta la peculiar estantería repleta de libros de pega (los hizo con madera de quebracho, traída de Argentina), Valdés atrae la mirada del espectador hacia un universo tan personal como inagotable.
«Lo más difícil ha sido convencer a los propietarios de las obras; les escribí una carta, les dije que era para una antológica del Reina Sofía, pero, aun así, hubo algunos que se desprendieron de ellas a regañadientes», explicó el artista valenciano. «Volver a visitar estos cuadros que hice hace diez, quince o veinte años me ha servido para hacer un ejercicio de memoria», comentó. «Y me he encontrado con sorpresas. Por ejemplo, que el paso del tiempo también pinta. Hay recortes de papel blanco que, con los años, han adquirido unas tonalidades doradas maravillosas».
La muestra Manolo Valdés (1981-2006), que será inaugurada por los Príncipes de Asturias el próximo martes en el Museo Reina Sofía de Madrid, presenta por primera vez en España una retrospectiva de esta periodo creativo. Se trata de 86 piezas, entre pinturas, esculturas, trabajos en escayola y en papel. Hay algunas obras -como sus esculturas Two gray cones, Mujer con abanico o Lillie- que jamás han sido expuestas. La muestra se completa con cinco monumentales obras (de más de tres metros).
Cuatro de ellas se han situado en el Patio de la Ampliación y una más en el vestíbulo de la entrada. Algunos especialistas han censurado que los cuadros estén guarecidos con cristal.
Consideran que es innecesaria la protección, que le resta «frescura» e «inmediatez» a su contacto con el visitante.