Rusia lanza una nave de carga con rumbo a la ISS
La Progress M-57 transporta más de dos toneladas y media de alimentos, agua potable, combustible, equipos y paquetes
Actualizado:Rusia ha lanzado hoy la nave de carga Progress M-57 con rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS, según sus siglas en inglés), informó el Centro ruso de Control de Vuelos Espaciales.
La nave automática despegó desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajisán, a las 16.08 GMT, propulsada por el cohete Soyuz-U y dentro de dos días, a las 17.30 del lunes próximo, deberá acoplarse a la ISS.
Pocos minutos después, el cohete alcanzó una órbita "próxima a los parámetros previstos", según el Centro de Control, y la nave se desprendió de su tercera y última fase, emprendiendo su vuelo autónomo hacia la ISS.
La Progress M-57 transporta más de dos toneladas y media de alimentos, agua potable, combustible, equipos y paquetes que los familiares enviaron al ruso Pável Vinográdov y el estadounidense Jeffrey Williams, que componen la actual tripulación de la ISS.
Además de sus funciones de transporte, las naves Progress se aprovechan para corregir la órbita de la ISS, que cada día desciende entre 100 y 150 metros debido a la gravitación terrestre y otros factores, y librar a sus tripulantes de los deshechos, una solución a la falta de espacio y los desechos, unos de los mayores inconvenientes a bordo del ingenio espacial.
Hace cinco días, la nave Progress M-55, con una tonelada de deshechos a bordo, se desprendió de la estación y entró en la atmósfera terrestre. Sus fragmentos calcinados cayeron en una zona del Pacífico entre Oceanía y América del Sur, en el paralelo 40 latitud sur, de mil por doscientos kilómetros y con profundidades de hasta 4.000 metros, donde Rusia ha hundido más de un centenar de aparatos espaciales los últimos cuarenta años.
Los técnicos espaciales rusos afirman que los restos de las Progress no representan ningún peligro ecológico porque la mayoría de los desechos que lleva en sus bodegas y la estructura del aparato se desintegran bajo las altas temperaturas que provoca la fricción en las capas superiores de la atmósfera. El Progress M-55 es el carguero que más tiempo ha permanecido enganchado en la ISS, más de seis meses, y es hundido según un nuevo procedimiento de destrucción de estos aparatos aprobado por el CCVE.