Rosa

Y con eso de Raúl, Torres y David Villa nos habíamos olvidado de Rosa; imperdonable error. Rosa acaba de ganar la tercera edición de Mira quién baila, el concurso para famosos que amadrina TVE. Su victoria coincidió con la épica remontada de España ante Túnez, y por eso ha pasado un tanto desapercibida. Nota curiosa: el récord de audiencia superado por este partido fue, precisamente, el que dejó Rosa cuando participó en el festival de Eurovisión. Y otra nota curiosa: cuando terminó el partido, el 30% de los espectadores se pasó a Mira quién baila para ver cómo ganaba Rosa. O sea que nada más injusto que pasar por alto el suceso.

Tanta carne de esperanza se está poniendo en el asador del Mundial de Fútbol, que uno empieza a temer dolorosas convulsiones sociales si España cae eliminada antes de la semifinal, circunstancia que, después de todo, no deja de ser altamente probable. Como ahora resulta que el único sentido de la historia de España desde Altamira acá es el Mundial, y hasta los políticos han echado su cuarto a espadas en el monte de la necedad retórica, la sola perspectiva de una eliminación temprana resulta aterradora. Urge encontrar un relevo, por lo que pueda pasar. Y yo creo que un buen sustituto del encandilamiento futbolero-sacrificial puede ser Rosa López, que al fin y al cabo siempre ha gozado, y con fundadas razones, de la más ancha simpatía popular.

Si nos eliminan en cuartos o inmediatamente después, ¿cómo frenar la previsible ola de suicidios masivos que la derrota induciría? Con Rosa. ¿No la ha visto usted? Está visiblemente más delgada, ha sustituido la arquitectura redonda por un anguloso tallado atlético, ha dejado atrás la imagen de patito feo para conquistar el estatuto de cisne y ha acometido la proeza de triunfar en un concurso de baile. Ha sacado nuevo disco y ya la podíamos ver esta semana presentando videoclip y mostrando a la cámara las esculpidas caderas. Si nuestros millonarios de calzón corto naufragan en el césped alemán, propongo que TVE acuda en socorro de la quebrada moral nacional y fabrique un especial sobre Rosa. Poderoso lenitivo.