Superman vuela de nuevo
Después de 20 años, el superhéroe regresa a los cines con nuevo rostro en una película que llegará a España el 12 de julio
Actualizado: GuardarEs el único superhéroe que nació siéndolo. El único que se disfraza para convertirse en hombre y camuflarse entre el resto de los mortales. El 8 de febrero de 1978, Superman llegaba a los cines españoles, un mes después de su estreno en EE UU. Su afortunado eslogan presagiaba las bocas abiertas de los espectadores. Atronaba la fanfarria de John Williams y Christopher Reeve rasgaba la pantalla «Usted creerá que un hombre puede volar».
Veinte años después de la infausta Supermán IV. En busca de la paz, Hollywood descongela de los hielos de Krypton a un superhéroe que le brindó gloria al actor que lo encarnó durante cuatro entregas, al mismo tiempo que le impidió remontar el vuelo en su carrera. Superman Returns se estrena el próximo miércoles en las salas americanas y el 12 de julio lo hará en España. El filme está dedicado a Christopher Reeve y a su esposa Dana, fallecidos tras consagrar su vida a recaudar fondos para luchar contra la enfermedad.
El fundamentalismo de millones de fans del personaje de DC Comics creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en los años 30 ha alimentado la rumorología durante estos años. Tim Burton quiso que Nicolas Cage luciera la capa del Hombre de Acero con un guión de Kevin Smith; Wolfgang Petersen anunció un Batman vs. Superman Mientras, la serie Smallville mantenía viva la fascinación por el personaje. Los taquillazos de Spiderman animaban a resucitar la franquicia.
La mayor garantía de calidad de Superman Returns la ofrece su director, Bryan Singer, que tras deslumbrar con Sospechosos habituales consiguió revestir de madurez a los X-Men sin renunciar al espectáculo. Un actor de 26 años novato en cine, Brandon Routh, retoma el testigo de Reeve, con quien mantiene un parecido asombroso. El director siempre tuvo claro que no podía hacer volar a un rostro de relumbrón: «Con lo abrumador que resultaba ser el sucesor de Christopher Reeve, el actor que le diera vida no podía darse el lujo de tener el exceso de equipaje que supone ser una estrella».
Superman returns encabecerá las recaudaciones de la temporada veraniega en EE UU, aunque probablemente obtenga el grueso de la recaudación de su explotación internacional, tal como ocurrió en 1978. Warner ha mimado el regreso de un icono de la cultura popular. Asegura que el guión mantiene la coherencia con la primera -y mejor- entrega de la serie. Hasta se mantiene la mítica marcha de John Williams y la presencia de Marlon Brando como Jor-El, el padre del héroe, al haber recuperado su voz de grabaciones que Richard Donner descartó en la cinta original.
Singer sitúa al protagonista allí donde terminaba la segunda parte, en el inhóspito planeta Krypton. A su regreso a Metrópolis cinco años después, Clark Kent descubre que la ciudad no le echa en falta. Lex Luthor acaba de salir de la cárcel y maquina nuevas fechorías. Lois Lane sigue trabajando de reportera en Daily Planet y ha ganado el Pulitzer por un artículo titulado ¿Por qué el mundo no necesita a Superman?.
Se ha casado y tiene un hijo. ¿Es el corazón de Superman inmune a la kriptonita del amor? El director asegura que no ofrece una imagen atormentada del héroe, a semejanza de Batman. «Es la película más divertida y ligera que he rodado hasta la fecha, elegante y sencilla». Singer, que nunca ha ocultado su condición gay, ha tenido que salir al paso del runrún de Internet, que adelantaba la primera historia de un superhéroe homosexual en pantalla grande. «Es el personaje más heterosexual que jamás he escrito», rebate el cineasta, que a cambio encuentra otros puntos de contacto con su criatura. «Soy adoptado, soy americano y soy hijo único. Como Superman. Me gustaría pensar que existe gente como él, un idealista, el emigrante extremo, que porta con orgullo su diferencia». Por su parte, Brandon Routh se ha preocupado en acudir al preestreno con su novia para acallar cualquier rumor.
Lo que el dotado actor no ha podido ocultar es cierta parte de su anatomía, que ha tenido que ser rebajada mediante la tecnología digital: estamos ante un entretenimiento familiar. Superman Returns no necesita entrepiernas polémicas para llamar la atención. La Warner no reparó en gastos en el rodaje australiano, y hasta construyó una carretera de tres kilómetros para llegar al gigantesco plató. Singer se inspiró en Rebeca, de Hitchcock, y en los melodramas de los años 40 para el look de los escenarios, «una fusión de lo antiguo y lo nuevo para crear una atmósfera atemporal». Frente a la tendencia actual de blindar a los superhéroes de látex, el nuevo Superman mantiene el rojo y azul en sus ajustadas mallas camp. A Singer siempre le intrigó por qué Christopher Reeve sobrevolaba la Estatua de la Libertad si vivía en Metrópolis. Las reminiscencias art decó permanecen, pero la ciudad ya no es una Nueva York camuflada.
Juntar a Sony y Panavision para desarrollar un nuevo modelo de cámara da prueba del poderío técnico de Superman Returns, que se ríe de la entrañables transparencias del pasado reciente. 250 millones de dólares consiguen que creamos, de nuevo, que un hombre puede volar.