Caja San Fernando y Depfa aprueban la primera fase de la refinanciación
La operación sólo afecta a 86 de los casi 300 millones de deuda municipal Los socialistas insisten en que es «el primer paso» para pagar a los acreedores
Actualizado: GuardarEl plan de refinanciación comienza a tomar forma, aunque sólo afecta a la deuda financiera a largo plazo y no a todos los débitos municipales, como se pregonaba inicialmente, que ascienden a más de 300 millones de euros. Los comités de riesgos de la Caja San Fernando y la entidad holandesa Depfa aceptaron ayer las condiciones presentadas por el Consistorio jerezano a través de Ahorro Corporación para participar en el enjuague de los más de 86 millones de euros que el Ayuntamiento debe a varios bancos en concepto de préstamos a largo plazo.
La alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, expresó su «satisfacción» por la decisión de ambas entidades. «La situación era catastrófica y se trata de una buena noticia, sobre todo para los cientos de ciudadanos, que van a cobrar lo que se les debe».
Más cauto fue el coordinador del Área de Economía y Hacienda, el socialista Juan Manuel García Bermúdez, que insistió ayer, antes de que se conociera la decisión de las entidades, en que la refinanciación «no significa la resolución de los problemas económicos de la ciudad, pero sí se trata del primero de los pasos para que Jerez cobre». García Bermúdez distinguió entre el pago de la deuda bancaria que vence a corto plazo, «que se seguirá pagando como hasta ahora», los préstamos que vencen a largo plazo, que serán enjugados con esta refinanciación, y el pago a acreedores, que «vendrá a continuación».
La operación aprobada en principio por estas dos entidades, aunque se espera que se agreguen más como el Banco de Crédito Local, o el Banco Internacional de Luxemburgo, supone «la refinanciación de unos 86.650.000 euros de deuda en quince años, estableciéndose un período de carencia de cinco años, durante los que sólo se pagará intereses, y los restantes diez de amortización de capital e intereses». Ese período de carencia reportará al Ayuntamiento el ahorro de unos 63 millones de euros, por las amortizaciones que aplaza.
Esta cantidad servirá para negociar en una fase posterior con los bancos la venta de parte de la deuda a los acreedores, que asciende a unos 170 millones de euros. Así, los bancos abonarían las facturas y el Consistorio mantendría las deudas con las entidades en vez de con sus proveedores. Sin embargo, García Bermúdez no pudo precisar qué acreedores verán saldadas sus deudas.
Abonos
«Se abre un hueco de 63 millones, pero a lo mejor no es la única cantidad que se puede pagar», manifestó el responsable de las cuentas municipales, que señaló que con «los grandes acreedores, como Cojetusa o Urbaser, no es imprescindible pagarlo todo», sino que «se puede abrir un plan de pagos».
El edil socialista presentó ayer precisamente a los grupos municipales los entresijos de la operación en la comisión informativa de Economía y Hacienda, para ser trasladada al próximo Pleno.
Abstención
La propuesta recibió dictamen favorable con el único voto afirmativo de los socialistas. El resto de los grupos, incluido el PSA, socio de gobierno, decidió abstenerse por «falta de tiempo» para estudiar la documentación. Bermúdez reconoció que el expediente no estaba completo ante la falta de algunos trámites administrativos, aunque aseguró que ya se había remitido a los demás grupos todos los informes necesarios.
La aprobación por mayoría absoluta del Pleno es imprescindible para llevar a cabo la refinanciación. Una vez cubierto este trámite, debe recibir el informe favorable del interventor, que rubrique el Ayuntamiento tiene capacidad de pago suficiente. Y por último, debe recibir el visto bueno de la Junta.