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OPINIÓN

Caravana

MANOLO CAMACHO<br><br>deportes@lavozdigital.es/
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Alos que les guste el cine, como a mí, seguro que recuerdan una película llamada «Caravana de mujeres» en la que se veía las peripecias de un grupo de señoras que tenían que cruzar todo el desierto, con las dificultades que ello conlleva (ataques de indios incluido), hasta llegar a un poblado en el que nada más que había vaqueros solteros y necesitados de presencia femenina. Como siempre la realidad supera a la ficción y en un pueblo español llamado Plan y repleto de solteros hicieron lo mismo que en la película durante varios años (desconozco si se sigue haciendo) montando caravanas de mujeres. También la palabra caravana muchos la relacionarán, sobre todo los que a diario utilizan el puente, a retenciones por muchos conos que pongan (segundo puente ya). Pero de la caravana que les quiero hablar es de la cadista que hoy miércoles inicia su andadura. La idea de la caravana me parece brillante un año más, ya que el objetivo no es vender cadismo, el cadismo se vende solo, no es como otros equipos que tienen que regalar los carnés de abonados en un supermercado y aún así ni los quieren y ni llenan el estadio (Chapín para más señas). No, aquí no hace falta eso, la caravana es para facilitarle la tarea a los aficionados cadistas de la provincia (una provincia más amarilla que nunca) de cumplir con su compromiso anual de seguir apoyando a su equipo.

Y para empezar con el tour, esta caravana cadista visita Barbate y Vejer de la Frontera, dos de las localidades donde el amarillo es una religión. La primera, Barbate, no sólo cadista cien por cien sino gaditana, gaditana y con esa peña Chimenea amarilla heredera de aquella desaparecida peña cadista Rovira. Y Vejer, tres cuartos de lo mismo, sobre todo teniendo allí a ese embajador de Cádiz que es el maestro de la costura Pepe Berenguer. Y así hasta recorrer casi la totalidad de nuestra bella provincia. Acercando el Cádiz a la puerta de estos aficionados, acercando el Carranza a aquellos lugares donde el amarillo significa algo más que un color, que por cierto dicen que está maldito para los artistas (verdad tocayo Santander). Y he nombrado a estas dos localidades por ser las dos primeras en recibir la visita de la caravana, pero podría seguir con cualquier municipio gaditano y habría que descubrirse igual que con los dos mencionados. En definitiva, abriéndonos de una punta a otra de nuestra provincia a la que no hace mucho teníamos olvidada y que gracias al Cádiz poco a poco se une más aunque a más de uno le duela. Y punto.