«En casa es algo más desenfadado que en el club»

-¿Desde cuándo lleva trabajando en el club?

-Desde la temporada del ascenso a Segunda División A.

-¿De qué se encarga?

-Soy el responsable del material deportivo.

-O sea que su jefe directo no es su padre, sino que es Manolo Diez. ¿no?

-No, no. Manolo Diez lleva todo lo que es la indumentaria y las equipaciones del primer equipo. Mi parcela toca todo lo que es el material que necesitan para los entrenamientos Lorenzo Buenaventura y Oli. Es decir, vallas, pivotes, redes, balones...

-Y ahora, ¿también echa una mano en la campaña de socios?

-La verdad es que sí. En estos momentos, nos encontramos en plena campaña de socios y toda ayuda es buena.

-Para esta campaña, también se han mejorado las instalaciones en los bajos de tribuna.

-Sí. Hemos enlosado el suelo para que los socios se encuentren la mayor comodidad posible. Además, hace dos semanas también hemos puesto un falso techo. Creo que hemos acertado porque le da otro aspecto mucho mejor a ese lugar de la parte vieja del estadio. También estamos remejorando (ya se mejoraron el año pasado) los vestuarios de Carranza a gusto de Oli.

-¿Cómo es la relación con su padre dentro del club?

-La misma que la de cualquiera con su jefe. Es muy diferente el trato que tenemos en el club al que tenemos en casa.

-¿Pero es buena?

-Se puede decir que llevamos una buena relación laboral.

-¿Que opinión tiene de su jefe?

-Pienso que como todos mis compañeros. Creo sinceramente que la labor que está llevando a cabo en todos los sentidos es magnífica. A las pruebas me remito. Sólo hay que echar la vista atrás para ver donde estaba el Cádiz cuando lo cogió mi padre y en que situación se encuentra ahora. Ese crecimiento también se nota en el club.

-Como trabajador, ¿el presidente del Cádiz tiene días malos?

-Hombre, digo yo que como todos los jefes. Pero la verdad es que tiene buen talante. Eso sí, cuando está en el club y revisa las instalaciones y observa algún descuido no los dice para que lo cambiemos cuanto an-tes.

-¿Hay veces que sus compañeros le comentan que hable con su padre para algo en especial?

-No. Me conocen y saben que dentro del trabajo no tengo ningún nexo de unión con el presidente por el mero hecho de ser mi padre.

-¿Cambia mucho su padre cuando está en casa a cuando está en club?

-La verdad es que sí.

-Para mejor o para peor.

-Ni para mejor ni para peor. Simplemente, y como es normal, se encuentra más tranquilo y es mucho más desenfadado.

-Para terminar, le hago la misma pregunta que a su hermano. Y en casa, ¿también sigue siendo el jefe el presidente del Cádiz?

-(Risas) No hombre. Ahí, como en todas las casas. Ahí, quien manda es mi madre.