Pese al triunfo, se enfría la euforia
Actualizado:La selección española sufrió enormemente para superar al combinado tunecino. El tempranero gol de Mnari favoreció la pretensiones defensivas de los africanos que se aplicaron con orden para contrarrestar el juego de los hombres de Luis Aragonés. Con una enorme disciplina táctica, con gran concentración defensiva, Túnez supo parar a los españoles e impedir el ritmo de juego.
Los cambios efectuados por el 'Sabio de Hortaleza' activaron el juego de la selección que dominó ampliamente en el segundo período. España acumuló jugadores en la parcela central del terreno de juego pero careció de remate hasta los últimos veinte minutos. La aportación de Cesc y la dirección de Xabi Alonso contribuyeron a desatascar el juego ofensivo. El oportunismo de Raúl cambió el rumbo del choque y la selección sentenció.
Apenas tuvo trabajo. Repelió el balón en el primer remate a bocajarro de Mnari pero no pudo interceptar el segundo. Inadvertido en el segundo período fue un mero espectador.
No tuvo la misma capacidad de sorpresa para incorporarse al ataque que en el partido ante Ucrania. El repliegue tunecino impidió que tuviera mayor presencia en el juego ofensivo de la selección. Se sumó al ataque en las jugadas de estrategia pero no acertó en el remate.
Timorato e impreciso en el juego durante la primera parte, se incorporó en contadas ocasiones al ataque.Tuvo mayor presencia tras la reanudación y se atrevió con el disparo de larga distancia, aunque sin demasiado peligro. De menos a más.
Sorprendentemente se mostró poco contundente en la jugada del gol tunecino. El delantero Jaziri fue una constante pesadilla buscando inteligentemente la espalda de los defensores de la selección. En la segunda parte el catalán estuvo más desahogado porque el ataque tunecino desapareció.
Sobrio. Escasa aportación en el juego ofensivo. Muestra sus carencias cuando el equipo necesita una mejor salida desde la defensa. Pasó totalmente desapercibido.
El más destacado del combinado español. Aparte de ordenar el juego de la selección se convirtió en el mejor estilete ofensivo durante la primera parte. Fue siempre el eje del juego del equipo. Su presencia se acrecentó en la segunda mitad con la participación de Cesc con el que se entendió de forma brillante.
Oscurecido. Pasó prácticamente desapercibido y no estuvo al mismo nivel del partido anterior El protagonismo de Xabi Alonso oscureció su labor y apenas tuvo incidencia en el juego de ataque. Fue sustituído de forma acertada por Luis Aragonés en el descanso.
Al frente de las operaciones, formó una excelente pareja con el jugador del Liverpool. Marcó el ritmo de la selección, aunque aún le falta presencia física en el campo. Movió el balón con criterio sobre todo durante la segunda parte. A pesar del marcador en contra, supo mantener la cabeza fría y no varió su estilo de juego. Proporcionó excelentes pases a sus compañeros.
Volvió a demostrar una movilidad encomiable, pero estuvo reñido con el acierto de cara a puerta. Impreciso con el balón dispuso de dos ocasiones muy claras para equilibrar el marcador. Sustituído en el descanso por Raúl, el equipo perdió profundidad pero ganó en posesión del balón.
Muy combativo. Se convierte en el máximo goleador del Mundial. Tuvo ocasiones incluso para aumentar su cuenta particular. Sufrió en los espacios cortos y mostró sus mejores virtudes cuando se rompió el partido.
Excesivamente obsesionado con el gol no pudo incrementar su cuenta anotadora. No tuvo espacios para aprovechar su velocidad. Sólo creó peligro en un disparo al lateral de la red en los primeros minutos. Su sustitución, a pesar de parecer un contrasentido con el marcador en contra, fue fructífera para el equipo.
Un revulsivo para el equipo. Aportó frescura y destacó en el control del juego. Puso en evidencia su mejor virtud, la llegada sin balón que dio paso al primer gol. Habilitó a Torres con un gran pase que decidió el partido y estuvo a punto de culminar su actuación con un tanto.
Marcó un gol decisivo que sirvió para iniciar la remontada cuando más falta hacía. Después de unos días previos con polémica volvió a contar con la confianza del seleccionador y su concurso resultó imprescindible. Aprovechó su oportunidad para reivindicarse.
El futbolista sevillano trató de dar amplitud al juego de la selección. El repliegue defensivo de los tunecinos le privó de espacios pero consiguió generar la jugada del primer tanto de la selección española.