La Audiencia de Málaga condena a Tony King a siete años por intentar violar a una mujer

Tony King acumula una segunda condena a su historial delictivo en España. A la pena de 36 años de cárcel que le impuso el pasado año la Audiencia de Málaga por el asesinato de la joven Sonia Carabantes, el británico suma ahora otros 7 años de prisión por intentar violar a una mujer en Benalmádena en 2002. En esta ocasión, el tribunal, que hizo pública ayer su sentencia, subraya la «brutalidad» del ataque de Alexander King, y lo califica de «alevoso y cobarde» pues no dio a la víctima la «posibilidad de defenderse».

La sentencia de la Sección 8ª de la Audiencia de Málaga relata que el intento de agresión se produjo la noche de San Juan, hace cuatro años, cuando la mujer, Carmen N. M., que se encontraba disfrutando de una moraga en la playa de Puerto Marina, acudió a recoger su coche. King se abalanzó sobre ella empujándola al interior del vehículo «con la intención de agredirla sexualmente». La víctima recibió puñetazos en la cabeza y el brazo en su afán de zafarse de su agresor, que finalmente huyó ante los gritos de auxilio de la mujer, que sufrió varias lesiones.

Versión increíble

Los magistrados de la Sección 8ª, a los que King llegó a amenazar durante el juicio con denunciarlos ante el Tribunal de Derechos Humanos si le condenaban, no han creído la versión del británico, quien en todo momento se declaró inocente. El tribunal ha estimado como prueba de cargo frente a la presunción de inocencia del acusado la declaración de la víctima, «más contundente, lógica y verosímil» que la de King. Carmen identificó a su agresor dos años después del intento de agresión en unas imágenes televisivas, tras producirse su detención por el asesinato de la joven Sonia Carabantes. Según la sentencia, la víctima siempre ha mantenido la misma versión de los hechos y, además, la descripción que hizo de su agresor cuando presentó la denuncia «se ajusta extraordinariamente al aspecto físico de King». En ese sentido, el tribunal afirma que «en pocas ocasiones puede contarse con un relato tan detallado y completo de las características físicas de un delincuente», como el que hace Carmen, que «se fijó con detalle» en los rasgos físicos de su agresor.

«Su corpulencia -refiriéndose a King-, el color y longitud de su pelo, la forma de su nariz, la especial configuración de sus ojos, difíciles de describir, encajan perfectamente con los datos de Carmen proporcionó», afirma la resolución judicial.

Además, añade que «de no haber mediado una defensa heroica de la víctima», las consecuencias finales hubieran podido ser «más graves», como lo demuestra el hecho de que dentro del coche se halló un cuchillo de grandes dimensiones, que «King debió de perder en el curso de su acción».